En la búsqueda de equidad en el deporte mexicano, la mañana de este miércoles 15 de noviembre las Comisiones del Trabajo y Previsión Social de la Cámara de Senadores aprobaron por mayoría de votos la iniciativa para reformar la Ley del Trabajo en el apartado de derechos de las personas que se desempeñan en el deporte profesional.
Es decir que la iniciativa buscará establecer un salario base para mujeres y hombres deportistas. Debido a que esta iniciativa abarca a todas las atletas, la Liga BBVA MX Femenil entraría en estas modificaciones a la ley; en consecuencia, de ser aprobada, los clubes mexicanos tendrían que contar con un salario base para la contratación de futbolistas, y a partir de ese monto fijar los ingresos que generen sus jugadoras.
Y es que, antes de esta iniciativa, el mayor reclamo de jugadoras y directivas del futbol femenil fue sobre el tipo de salario que se les ofrecían los clubes, pues no les permitía solventar su estilo de vida como deportistas de alto rendimiento. Los salarios entre equipos profesionales eran muy volátiles.
Previo a la discusión de la iniciativa en las comisiones de Senadores, Mariana Gutiérrez, presidenta de la Liga MX Femenil, envió una carta al pleno para que reconsideraran la reforma que podría “poner en riesgo” la continuidad del futbol profesional de mujeres en México.
¿Podría desaparecer el futbol femenil si se aprueba la equidad salarial?
De acuerdo con lo que expuso la presidenta de la liga femenil en su carta a los senadores, comentó que un aumento salarial para que jugadoras ganen lo mismo que los varones sería dar un paso para que la Liga MX Femenil desaparezca.
Según Mariana Gutiérrez la iniciativa representaría un costo anual de 273 millones de pesos, un aumento del 43% a lo que se generó en el Clausura 2023 (191 millones de pesos). Desde su postura entendieron que la reforma a la ley los obligaría a que las futbolistas ganen lo mismo que las figuras de la Liga MX varonil.
Sin embargo, Patricia Mercado, senadora por Movimiento Ciudadano, explicó que el salario base para deportistas tiene como objetivo fijar una cifra para todo el ámbito deportivo.
Es decir que no pretende que hombres y mujeres ganen los mismo por desempeñarse en una disciplina —por ejemplo en el futbol—, sino que desde el salario base puede haber variaciones para lo que gane un deportista, pero con la idea de que cualquier atleta profesional no perciba menos que esa cantidad.
“Lo que estamos planteando no es un salario igual a secas, un salario base que iguale en el sentido por el mismo trabajo, por la misma categoría […] no estamos planteando una cantidad, una de las consideraciones en esta carta que podemos terminar con las ligas; esta comisión —donde estará también cultura y deporte— establecerá este salario base. De ahí para arriba, experiencia, espectáculo, mercado y demás podrá determinar las prestaciones”.
Si la reforma se aprueba, los clubes de la Liga MX Femenil solo tendrían que fijar los salarios de sus futbolistas al “salario base” que está en discusión en la Cámara de Senadores; si el salario actual de una futbolista es menor a la cantidad establecida por ley, tendrán que realizar la inversión para igualarlo al mínimo.
La reforma busca que ninguna de las jugadoras, directivas y demás personas que se desempeñen en el deporte ganen menos que el “salario base”, lo mismo aplicará para varones. En conclusión, la iniciativa no tendría que poner en riesgo la existencia de la Liga MX Femenil.
También, seguirán existiendo las diferencias salariales en el futbol, pues cada directiva de un equipo podrán fijar variaciones para sus jugadores (tanto en femenil como en varonil). No significa que todo el equipo femenil gane lo mismo que el varonil, solo la diferencia salarial será menor.
Además, la iniciativa también contempla que los y las deportistas profesionales cuenten con seguro social como parte de las obligaciones de su empleador.
Las y los senadores fijarían un plazo de 180 días a las instituciones que emplean a deportistas para realizar estudios acompañados por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos para determinar una cantidad de ley de “salario base”.