Un 22 de marzo de 1895 se presentó el cinematógrafo, creación de los hermanos Lumière que dio origen al cine como industria.
Louis y Auguste Lumière presentaron el 22 de marzo de 1895, en los locales de la Sociedad de Fomento de la Industria Nacional de París, su creación patentada tan solo un mes antes. Se llamaba cinematógrafo, un dispositivo que proyectaba imágenes en movimiento de manera mucho más realista que otros inventos similares como la linterna mágica. Quizás una cantidad mínima de los que estuvieron presentes ese día, tenía una idea del potencial que el cinematógrafo de los hermanos Lumière representaría para la historia.
No tardaron en confirmarlo.
Cómo fue la primera exhibición del cinematógrafo
En aquella primera demostración del cinematógrafo, el público asistente vio La Sortie de l’Usine Lumière à Lyon (La salida de la fábrica), un cortometraje de 38 segundos de duración que es considerado la primera película de la historia.
Sin embargo, faltaba la cereza del pastel, es decir, presentar el invento ante un público que pagaría por su entrada y que ignoraba todo detalle sobre el cinematógrafo. El sitio elegido fue el Salon indien du Grand Café del Boulevard des Capucines, en París. La fecha: 27 de diciembre de 1895.
Las proyecciones elegidas para el debut comercial del invento de los Lumière fueron Salida de la fábrica Lumière, El regador regado y Llegada de un tren a la estación de la Ciotat. A modo de leyenda se dice que una parte del público salió huyendo de la pequeña sala al creer que la locomotora que se aprecia en el film saldría de la pantalla para arrollar a los asistentes. Tal vez en realidad solo se levantaron de sus asientos unos breves segundos, sorprendidos de la veracidad de lo exhibido.
Aquel día, la historia del arte y el entretenimiento cambió para siempre.
¿Desprecio de su propio invento?
Pese al éxito obtenido y que pronto el cinematógrafo comenzó a llegar a otros países (entre ellos México), los Lumière nunca vieron en su invento una posibilidad real para hacer fortuna. Una lástima, pues pronto el cine se hizo una de las industrias más populares del mundo.
Dejaron de lado la producción cinematográfica para enfocarse en otras patentes. Ejemplos de ello son el proceso que presentaron para realizar fotografías en color en 1903, el Autochrome Lumière, que se comercializó en 1907.
También tuvieron sus propios proyectos en solitario: Louis Lumière recibió el nombramiento doctor honoris causa en la Universidad de Berna. Además inventó el photorama y la fotografía en relieve. Su hermano Auguste era un apasionado de la bioquímica y la fisiología, por lo que siguió adelante en sus estudios de ambas ciencias.
“Otra idea loca es creer que los Lumière fueron genios solitarios, que se levantaron una mañana y dieron con lo que sería el cine. La invención de la imagen animada fue una aventura compartida, que obsesionó a casi todos los hombres de su época. Antes que los Lumière estuvieron Marey, Muybridge, Demeny o Edison, que inventó el kinetoscopio cuatro años antes”, apunta dice Thierry Frémaux, responsable del Instituto Lumière.
Breve biografía de los hermanos Lumière
Auguste Marie Louis Nicolas y Louis Jean Lumière nacieron en Besanzón el 19 de octubre de 1862 y el 5 de octubre de 1864, respectivamente. Louis era un apasionado inventor y Auguste se encargaba más de las tareas administrativas.
El padre de ambos, Antoine, retratista de profesión, instaló en Lyon un taller fotográfico que se hizo muy popular. Luego armó una importante fábrica de producción de placas fotográficas. Este mundo les abrió la puerta a sus hijos para enamorarse de la investigación de las imágenes estáticas y en movimiento.
En 1894 su padre fue invitado a una demostración del kinetoscopio, invento de Thomas Alva Edison, que ofrecía la posibilidad de contemplar imágenes en movimiento pero en forma individual. Regresó a su casa y les contó a sus hijos sobre el invento. Pronto, comenzaron a trabajar en un dispositivo que fuera un paso más allá.
Cómo era el cinematógrafo de los Lumière
El dispositivo consistía en una caja de madera con un objetivo, además de una manivela que hacía girar una película de 35 milímetros. El aparato tomaba fotografías que luego conformaban una película de menos de un minuto. De esta manera nacía el cinematógrafo de los hermanos Lumière, el primer invento que grababa y proyectaba imágenes de una manera muy real.
El resto es historia.
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