Por: Cortesía

Alexa, siri y otros asistentes virtuales no hacen a los niños más mandones e impacientes

Los niños de entre 5 y 10 años no corren el riesgo de volverse más mandones e impacientes tras su contacto con asistentes virtuales, según estudio.

Hoy en día, es fácil encontrar en nuestras casas uno de esos asistentes virtuales diseñados para solucionar problemas cotidianos de toda la familia, niños incluidos. La proliferación de estos aparatos tecnológicos sin duda alguna ha hecho que las órdenes se conviertan en algo común en nuestra rutina. ¿Esto podría convertir a los más pequeños del hogar en seres mandones e impacientes? Según un estudio interesado en la relación establecida entre los asistentes virtuales y los niños, la respuesta es mucho más que un simple no.

¿Los asistentes virtuales están haciendo más impacientes y mandones a los niños?

“Alexa, añade esto a mi lista del súper”, “Siri, reproduce esta canción”, “Ok, Google, añade esto a mi calendario”. Casi sin querer hacerlo, los seres humanos nos hemos acostumbrado a pedir las cosas a base de órdenes. Lo que en nuestra educación fue establecido como una señal irrespetuosa, se ha establecido como algo normal gracias al auge de ciertas tecnologías.

Preocupados ante la posibilidad de que los niños pierdan sus habilidades sociales y se conviertan en ‘pequeños tiranos’, investigadores de la Universidad de Washington realizaron un estudio para identificar qué tanto había cambiado el comportamiento de los menores de edad tras su contacto con asistentes virtuales.

Para esto fueron reclutados 22 niños de entre 5 y 10 años a los que se les pidió interactuar con un supuesto asistente virtual. La misión era sencilla: cada vez que el ‘robot’ comenzara a hablar despacio, los niños podrían decir la palabra clave “bungo” para acelerar su discurso. Con esto, los especialistas buscaban ver si los niños se acostumbraban a la acción y la aplicaban en su vida diaria.

Haz algo… por favor

Según el estudio presentado en la conferencia Interaction Design and Children 2021, los niños adoptaron fácilmente la palabra y la enunciaron cuando el asistente virtual ralentizaba su habla. Incluso, algunos pocos llevaron esta orden a sus conversaciones con familiares, siempre a modo de broma interna.

Sin embargo, la acción no se replicó cuando los niños se entrevistaron con investigadores que, a propósito, comenzaban a hablar despacio. De hecho, la mayoría de los estudiados siguieron las enseñanzas de sus padres y esperaron pacientemente a la persona con la que hablaban.

Esto permitió demostrar que los niños saben diferenciar entre sus conversaciones virtuales y sus interacciones personales, por lo que acostumbrarse a dar órdenes a sus “Siri”, “Alexa” o “Google” no los convertirá –al menos no automáticamente– en adultos impacientes o mandones. “Después de realizar este estudio, tengo más confianza en que los niños harán un buen trabajo al diferenciar entre dispositivos y personas, señaló Alexis Hiniker, profesor asistente de la Universidad de Washington.

MUY INTERESANTE.

 

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