- Descubre cómo nació la ley del cambio de horario en nuestro país.
Estamos a días de atrasar nuestros relojes debido a la introducción del horario de invierno, a pesar de que una gran cantidad de personas siga sin encontrarle sentido a la existencia de cambiar la hora dos veces al año te explicaremos cómo surgió la idea en tierras mexicanas.
El principal fin de estas medidas de “atrasar o adelantar el tiempo” es la de aprovechar de una mejor manera la luz natural del día, para que así se reduzca el uso intensivo de electricidad que provoca nuestra moderna humanidad.
Aunque muchos no lo crean esta idea tiene más de 100 años de ser concebida, ya que en Alemania en 1916 se implementó por primera vez de forma oficial un cambio de horario, el fin de esta medida era ahorrar la mayor cantidad de combustible para así destinar más litros de petróleo al ejército del Reich que peleaba en la Primera Guerra Mundial.
El “cambio de horario” alemán obtuvo tan buenos resultados en su momento que con el paso del tiempo se expandió la idea a lo largo de todo el globo terráqueo y se descubrió que este cambio de hora temporal serviría para tener un uso más eficiente de luz natural.
Y no fue hasta 1942 en que se adelantaron los relojes por primera vez en tierras mexicanas, para ser más exactos fue Baja California el primer estado en aplicar un cambio de horario, ya que los californianos mexicanos buscaban poder tener la misma hora que lo estados sureños de Estados Unidos para así mejorar sus relaciones con estos y obtener el mismo horario laboral de sus vecinos.
Pero el principal culpable de que casi todo México cambie sus relojes dos veces al año es el expresidente Ernesto Zedillo, ya que este tomó la medida del cambio de horario para poder ahorrar la mayor cantidad de energía no renovable en el país, debido a que se había descubierto que se podría aprovechar la mayor cantidad de luz natural que desencadenaba un cambio estacional. Por lo que a partir de 1996 con a excepción de Quintana Roo y Sonora la nación de México empezaría a cambiar de horario dos veces al año para afrontar de una manera más ecológica el invierno y el verano.
