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Convierten los restos de mascotas en fertilizante para plantas

Hay una manera de dar “nueva” vida a un perro o un gato, y es por medio de un fertilizante de mascotas muertas hecho con sus restos, lo cual contribuye a cuidar el ambiente

Un perro, un gato o cualquier otro animalito siempre son buena compañía y, sobre todo, una bonita amistad. Por eso, cuando se van al otro mundo se sufre como si fuera alguien de la familia. Para sobre llevar esta pérdida, hay una nueva manera de dejarlos ir y, además, ayudar al ambiente: convertir a las mascotas muertas en fertilizante para plantas.

Si bien en muchos lados han surgido funerarias para mascotas, en los últimos años nació una nueva tendencia funeraria (tanto para personas como para animales), se trata de utilizar los restos como abono. Y es que las costumbres tradicionales no son tan amigables con el planeta.

¿Qué hacer con el cadáver de un perro?

Bueno, pues cuando un perro o alguna otra mascota muere, hay que enterrar su cuerpo al menos des metros bajo tierra o llevarlo a cremar. Sin embargo, en Colombia hay un lugar donde los convierten en fertilizante para plantas, que tiene un impacto ambiental mucho menor.

Se trata de Pleia, una compañía creada por los veterinarios Melissa Naranjo y Daniel Correa, que se especializa en transformar en composta los restos de mascotas. Pero ¿cómo lo hacen? Utilizan biotecnología del compostaje para tratar de forma natural y con respeto el cuerpo de los animalitos.

Así convierten en fertilizante a las mascotas fallecidas

“Lo que buscamos era brindar a las familias una tranquilidad en el proceso cuando pierden a su mascota y también contribuir con el ambiente”, explica Melissa. Pleia convierte los restos de las mascotas en abono orgánico; al contrario de las cremaciones o los entierros, así no hay combustión que genere emisiones a la atmósfera.

Los cuerpos de los perros o de los gatos son colocados en compartimentos individuales con tierra y astillas de madera, que ayudan a absorber fluidos. También hay un plan en el que se colocan con los restos de otras mascotas. Sus cuerpos se convierten en nutrientes para plantas, flores y árboles en aproximadamente dos o tres meses. Y ¿cómo ocurre? Pues los restos de los animales son rociados con un líquido con bacterias cultivadas por Pleia, lo que ayuda a acelerar la descomposición.

Mientras corre el proceso de convertir en abono a una mascota, las personas pueden visitar el lugar donde están sus restos. Se llama el Jardín de la vida, donde hay plantas y árboles que han crecido gracias a este abono y donde los familiares pueden colocar fotos de sus perros o gatos.

En algunos paquetes de Pleia, se entrega a la familia una maceta marcada en la que hay una planta abonada con los restos de su perro o gato.

MUY INTERESANTE. 

 

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