AUNQUE ALGUNOS CÁLCULOS ASEGURAN QUE LA VACUNA CONTRA EL CORONAVIRUS ESTARÁ LISTA A FINALES DE AÑO, AÚN FALTA UN LARGO CAMINO PARA QUE SEA UNA REALIDAD.
La experiencia nos ha demostrado que la forma más efectiva de detener el avance de los virus es creando vacunas.
Sin embargo, se trata de un proceso que requiere de investigación a fondo, decenas (o cientos) de prototipos que deberán superar fases experimentales y por supuesto, decenas de millones de dólares.
EL ÚNICO CAMINO HACIA LA INMUNIDAD
A siete meses de que el coronavirus fuera identificado y se esparciera por todo el mundo, aún no existe medicamento alguno capaz de detenerlo.
A pesar de las medidas de higiene y sana distancia que han mantenido en cuarentena a más de dos terceras partes de la población global, los 13 millones de casos confirmados y 570 mil víctimas mortales demuestran la urgencia por encontrar una vacuna contra el coronavirus como la única manera de provocar inmunidad de rebaño y disminuir los contagios al mínimo.
En la actualidad, se desarrollan más de 150 vacunas y al menos 23 se encuentran en fases de pruebas con humanos. De este último grupo, las tres vacunas más avanzadas y que se perfilan como principales candidatas son la vacuna ChAdOx1 de la Universidad de Oxford y AstraZeneca (Inglaterra), la vacuna mRNA-1273 de Moderna Therapeutics (desarrollada en Estados Unidos) y la AD5-nCoV de CanSino Biologics y el Instituto de Biotecnología y la Academia de Ciencias Médicas Militares de China (China).
PRODUCIR, DISTRIBUIR Y COMPRAR: LOS RETOS DESPUÉS DE LA VACUNA
Aunque una vacuna inocua y eficiente esté lista en los próximos meses, el mundo enfrenta un reto mayúsculo de organización y cooperación mutua: la producción, distribución y la venta de miles de millones de dosis para a la mayor cantidad posible de personas en todo el globo.
Está claro que la población en riesgo y los adultos mayores son la prioridad, pero ¿qué países deberían ser los primeros en recibir la vacuna, los que enfrentan brotes más intensos, los que están hundidos en una crisis más grave, quienes la produjeron o los que puedan comprarla?
Para resolver todas estas incógnitas de la manera más ética posible, la OMS se unió a la GAVI (Alianza Global para la Vacunación por sus siglas en inglés) para presentar en conjunto el Fondo de Acceso Global para Vacunas COVID-19. Se trata de un instrumento financiero que incluye a países y farmacéuticas para alentar a los fabricantes de vacunas a producir las suficientes dosis y así, abaratar su precio.
En el mejor escenario posible, la Organización Mundial de la Salud considera que a finales de 2020 estarán listas cientos de millones de dosis y 2 mil millones más el próximo año.
Muy Interesante.