La psicología inversa ha sido utilizada como método de persuasión, pero genera dudas en la comunidad científica por su efectividad.
Durante los largos años de exterminio que representó la Segunda Guerra Mundial, un psiquiatra fue internado como recluso en Dachau, uno de los campos de concentración más impenetrables de Alemania. Era médico, pero era judío, y en la época, esa condición era una condena de muerte.
Viktor Frankl fue de los pocos presos que lograron escapar, una vez terminadas las hostilidades entre los Aliados y los Nazis. Perdió a su familia entera, después de meses interminables de atender a otros compañeros cautivos.
A raíz de su experiencia tan cercana a la muerte, desarrolló la técnica psicológica que le ganó un espacio en los anales de la Historia: la logoterapia. Esta técnica de acompañamiento psicológico se caracteriza por ayudar a los pacientes a encontrar el sentido de su vida. Una de las claves, radica en la psicología inversa.
¿En qué consiste la psicología inversa?
La psicología inversa se define como una estrategia de influencia social. Opera como una influencia directa en otras personas, y consiste en aparentar tener una postura contraria a la que realmente se tiene. De esta forma, se podría conseguir la reacción deseada en la persona o grupo que al que se quiere persuadir, y que generalmente es favorable para el objetivo que se necesita cumplir.
Además, ésta es la única técnica persuasiva que funciona a partir de la reactancia psicológica. Básicamente, es la reacción que pretende restaurar el control sobre una situación sobre la que hay amenazas importantes, o en la que impera el caos. El proceso funciona como sigue:
- El individuo percibe que tiene libertad.
- Percibe que un elemento en su contexto atenta contra ella.
- Se da la reactancia.
- Se restaura la sensación de control y libertad.
De esta manera, la persona o grupo en cuestión siente que tiene libertad sobre la decisión o reacción que tendrá con respecto a una situación determinada, cuando en realidad, se le está condicionando para actuar de cierta forma.
¿Una técnica de manipulación?
Desde su concepción a mediados del siglo XX, esta técnica ha tenido aplicaciones en la publicidad y en el discurso político. A pesar de que se utilizó en la práctica psicológica en su origen, se extendió rápidamente a otras disciplinas del quehacer humano. Por esta razón, la percepción generalizada es que se ha desvirtuado de su uso original.
La psicología inversa no funciona por sí misma, ni es infalible. Por el contrario, se deben de dar una serie de factores para que sea efectiva. Además, la aplicación depende en gran medida de las personas involucradas, así como del contexto y la intensidad con la que se lleve a cabo.
De manera general, las personas que están acostumbradas o necesitan tener el control tienden a manipular a los demás de maneras más eficaces, y podrán utilizar esta técnica de una manera que les resulte favorable. No así con quienes tienden a ceder a este tipo de manipulaciones.
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