Foto: Cortesía

El caco que vendió un original de Mao Zedong por 54 euros

Y el 'cliente' que lo cortó en dos porque el pergamino era muy grande. En realidad, el texto, un poema caligrafiado del Gran Timonel, costaba 252 millones de euros y se ha convertido en el robo más grande (y chapucero) de la historia de Hong Kong.

Mao Zedong fue un un poeta al que le encantaba leer libros sobre las aventuras de Napoleón Bonaparte. Escribió poemas de guerra inspirándose en los líderes militares históricos. También trazó con el pincel líneas más líricas sobre montañas y ríos. Y llenó pergaminos describiendo las luchas del pueblo chino contra los enemigos imperialistas.

El sinólogo británico Arthur Waley dijo que los poemas de Mao «no son tan malos como los cuadros de Hitler, pero no son buenos como las pinturas de paisajes de Churchill». Y el escritor finlandés Juha Siro, después de leer las obras traducidas al finés, destacó una en la que Mao versa su cruce a nado del río Yangtsé en Wuhan en 1956. Siro comenta en un artículo lo reacio que era Mao a publicar sus poemas porque se basaban en «miles de años de tradición y estilo de la poesía china. Algo que no encajaba con los objetivos de la Revolución Cultural, que buscaba deshacerse de todo ese pasado».

La realidad es que Mao Zedong es conocido por ser el padre de la República Popular China y el dictador comunista de la violenta Revolución Cultural de 1966, que barrió con barrotes y sangre a una oposición intelectual y política que trataba, según él, de inundar la sociedad china de «influencias capitalistas».

Aunque para muchos, Mao fue el Gran Timonel que modernizó China y la sacó del feudalismo. El maoísmo sigue vigente en el gigante asiático 44 años después de la muerte de su líder. La veneración a su figura continúa con miles de retratos y mausoleos por todo el país. También quedan sus poemas expuestos en pergaminos dentro de las vitrinas del Museo Nacional de Pekín. Aunque no están todas sus obras. Algunas fueron compradas por coleccionistas privados.

Uno de ellos, Fu Chunxiao, vicepresidente de la Asociación de Conservación de Reliquias Culturales de China, tenía un poema escrito con el puño de Mao Zedong en un pergamino de casi tres metros de largo, valorado en 2.300 millones de dólares hongkoneses (252 millones de euros), que guardaba en un almacén dentro de su apartamento en Hong Kong. Fu también tenía otras siete caligrafías de Mao, 10 monedas de cobre y 24.327 sellos postales del difunto líder. En ellos estaba grabado una de las frases favoritas de Mao: «Todo el país es rojo». Pero a mediados de septiembre, tres hombres entraron en el apartamento de Fu, en la décima planta de la calle Nathan Road, y robaron toda su colección, valorada en 550 millones de euros.

El coleccionista había salido de la ex colonia británica durante la pandemia para refugiarse en su provincia natal, Sichuan, al sur de China. Cuando se enteró del robo, Fu ingresó en el hospital con un ataque de ansiedad. Según las autoridades de Hong Kong, se trataba del robo más grande -en cuanto al valor económico de los objetos- en la historia de la ciudad.

Hace unas horas, el periódico hongkonés South China Morning Post (SCMP) desvelaba que uno de los ladrones ha sido detenido y que han recuperado unas pocas piezas robadas al coleccionista. Ente ellas está el pergamino con el poema de Mao Zedong, que los ladrones revendieron a un hombre por 54 euros. Bastantes millones menos que su valor original, según el coleccionista. El comprador, un tipo de 49 años llamado Lin, pensaba que era una falsificación. Incluso rompió el gigantesco pergamino en dos pedazos para poder guardarlo.

«Encontró la pieza de caligrafía demasiado larga y difícil de mostrar a los espectadores, así que la cortó en dos», dijo en rueda de prensa esta semana Ho Chun-tung, superintendente de policía de Hong Kong. «Aún no he visto el pergamino, pero ha sido desgarrador saber que lo han partido en dos, algo que afectará a su valor», ha dicho el coleccionista Fu en declaraciones al SCMP.

La Policía de Hong Kong ha arrestado al hombre que supuestamente habría comprado y mutilado el pergamino de Mao y lo ha acusado de «manejar bienes robados», aunque después lo puso en libertad bajo fianza. Por ahora, el único de los tres ladrones detenido es un sospechoso de 44 años identificado como Fue. La policía de Hong Kong también ha arrestado a otro hombre de 47 años llamado Tan por, supuestamente, dar cobijo a los ladrones tras el robo.

EL MUNDO.

 

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