Ciudad de México.- La escultura prehispánica de un Chac Mool que fue descubierta en Pátzcuaro, Michoacán, mide 90 centímetros de largo y 80 de alto con un pesos de 200 kilos, y se ha fechado inicialmente hacia el periodo Posclásico Tardío (1350-1521 d.C.), tras haber sido localizada de manera fortuita durante una obra constructiva que se lleva a cabo en este municipio.
En seguimiento a este descubrimiento, el personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha emprendido un proyecto de rescate arqueológico, con el fin de ampliar las exploraciones en las áreas inmediatas a esta escultura pétrea.
En un comunicado se informa que, al no haber localizado, hasta el momento, materiales arqueológicos asociados con la efigie, los especialistas teorizan que fue removida de un emplazamiento original cercano y localizada en el relleno constructivo del pueblo de Pátzcuaro.
Para el arqueólogo José Luis Punzo Díaz, investigador adscrito al Centro INAH Michoacán, la relevancia de esta pieza tallada en basalto, es que es la primera que se localiza en contexto en Pátzcuaro.
A fines del siglo XIX, abundó, el etnólogo noruego Carl Lumholtz adquirió en Pátzcuaro un Chac Mool, cuyo lugar de extracción fue Ihuatzio y, en la actualidad, se expone en el Museo Americano de Historia Natural de la ciudad de Nueva York, en Estados Unidos.
“Estas imágenes que conocemos con el nombre maya de Chac Mool eran mesas rituales en tiempos prehispánicos. Se ha especulado que se usaban en ceremonias de sacrificio y ofrenda”.
No obstante, el investigador subrayó que el descubrimiento es notable precisamente porque no es usual encontrar creaciones artísticas precolombinas de tales dimensiones en el occidente de México.
La escultura de Chac Mool
Estas piezas representan a personajes masculinos recostados sobre sus espaldas, generalmente con sus cabezas erguidas hacia un costado.
Se trata de esculturas presentes en distintas partes del área mesoamericana, fechadas hacia el Posclásico (900-1521 d.C.) como las identificadas en Tula, Hidalgo; en Chichén Itzá, Yucatán, y en el Templo Mayor, en Ciudad de México.
A nivel michoacano, además del recién descubrimiento —cuya temporalidad se ha asociado al Posclásico Tardío (1350-1521 d.C.)— y del ya citado ejemplar reportado por Lumholtz, se tienen otras tres piezas conocidas como los Chac Mool de Ihuatzio, dos encontrados en 1908 y actualmente bajo exhibición del INAH: uno en el Museo Nacional de Antropología (MNA) y otro en el Museo Regional Michoacano, en donde también se exhibe un tercero, ubicado por Alfonso Caso y Jorge Acosta, en 1938. Existe uno más en los acervos del MNA, cuya cédula reporta que proviene de Pátzcuaro, pero cuyo contexto es desconocido.
El Chac Mool localizado en días pasados ya ha sido extraído y permanece bajo resguardo del instituto, cuyos especialistas han iniciado análisis adicionales para valorar a fondo su estado de conservación.