Por: Cortesía

El polémico legado del hombre que llevó la flor de nochebuena a Estados Unidos

Esta es la historia de Joel Poinsett, el botánico aficionado que introdujo la flor de Nochebuena en los Estados Unidos e incluso la nombró en su honor.

Taxco de Alarcón, década de 1820. Joel Poinsett, primer ministro estadounidense en el recién independizado México, estaba a la mitad de un viaje de trabajo por el sur del país cuando se topó con algo majestuoso. Una larga flor cuyas hojas rojizas adornaban los nacimientos que los conquistadores españoles habían sembrado en el centro de las fiestas decembrinas. De allí que a la planta se le conociera popularmente como “la flor de Nochebuena”.

Poinsett, un aficionado a la botánica, supo inmediatamente qué hacer. Como había sucedido con la mayoría de los tesoros originarios de Mesoamérica, el extranjero tomó unos esquejes de la flor y los envió a su país. En 1829, durante una exhibición floral en Philadelphia, la Nochebuena fue presentada a los ciudadanos norteamericanos bajo el nombre de Poinsettia, en honor a quien la había llevado a los Estados Unidos.

Para muchos, el haber introducido un nuevo icono navideño en el mercado podría ser un logro máximo. En el caso de Poinsett, esto fue solo una anécdota en una larga biografía que incluyó interferir en la Independencia de Chile, intentar la temprana anexión de Texas a territorio estadounidense, sumar a la logia yorkina a personajes relevantes en México como Vicente Guerrero y Guadalupe Victoria, fungir como secretario de Guerra del que se convertiría en el país más poderoso del mundo y fundar uno de los institutos clave en la promoción de la ciencia y la cultura en el orbe. Esta es su historia.

¿Quién fue Joel Poinsett?

Nacido el 2 de marzo de 1779, Joel Roberts Poinsett creció en una familia privilegiada de Carolina del Sur. Cuando llegó a la juventud, Joel supo que quería hacer carrera en la milicia. Su padre, el físico Elisha Poinsett, le sugirió tomar otro camino y lo obligó a cursar estudios en botánica, derecho e idiomas. Estas materias ofrecieron una ventaja cuando Poinsett viajó al continente europeo para trabajar.

Entre 1803 y 1809, el frustrado joven se involucró de lleno en asuntos políticos de los Estados Unidos en el extranjero, incluso en territorios hostiles como el Imperio Ruso. Al iniciar la primera década del siglo XIX, Joel fue invitado por el presidente James Madison a formar parte de su gabinete de relaciones exteriores. El primer trabajo que tuvo en el área fue fungir como agente especial en Argentina y Chile. Allí participó activamente en la Guerra de Independencia de Chile, favoreciendo al ejército comandado por el general José Manuel Carrera Verdugo. Su labor en Sudamérica le valió convertirse en uno de los colaboradores más valiosos de la Casa Blanca.

En 1822, dos años después de tomar posesión como miembro del Congreso de los Estados Unidos, Poinsett fue nombrado el primer ministro estadounidense en México, país que apenas se levantaba después del movimiento insurgente. Las prioridades del gobierno norteamericano eran establecer una relación sana con su vecino del sur. Sin embargo, Joel y sus jefes tenían otros planes.

El polémico legado del hombre que llevó la Nochebuena a los Estados Unidos

Ya instalado en la novel nación, Joel Poinsett buscó –bajo aprobación del presidente James Monroe, autor de la ‘Doctrina Monroe’– persuadir al gobierno imperial encabezado por Agustín de Iturbide de vender el territorio ocupado por Texas, Nuevo México, Alta y Baja California, Sonora, Coahuila y Nuevo León a los Estados Unidos. Tras toparse con pared, Poinsett inició, sin éxito, los primeros esfuerzos por anexar Texas a los Estados Unidos.

Además intentó influenciar a los gobernantes mexicanos y posicionar el “pensamiento liberal” en su agenda. Según correspondencia enviada a Washington, el ministro consideraba a los recién independizados una raza menor. “Las relaciones constantes (de los españoles) con los indígenas, quienes aún son degradados a la ínfima clase de seres humanos, contribuyó a convertir a los mexicanos en un pueblo más ignorante y depravado”, señaló en su libro ‘Notes on Mexico’, donde también abordó la política, geografía y sociedad del Primer Imperio.

Durante casi una década, Poinsett se infiltró en los círculos más importantes de la sociedad política del país. Introdujo a la logia masónica del Rito de York al sistema político nacional y sumó entre sus filas a figuras como Guadalupe Victoria, Vicente Guerrero y Lorenzo de Zavala. También logró que el gobierno permitiera la entrada de colonos a Texas para ayudar a repoblar la zona. Esto jugaría un papel importante en la futura independencia del territorio y su incorporación a los Estados Unidos.

El ministro que causó la Rebelión de Veracruz

A la par de apropiarse de una flor endémica de México, Joel Poinsett plantó las bases del Rito Nacional Mexicano, una de las primeras representaciones de la logia Yorkina en Latinoamérica. En ella, gracias a los miembros que el estadounidense había sumado con los años, se forjaron movimientos clave que orillaron el derrocamiento de Agustín de Iturbide.

Pero los yorkinos no eran la única logia en el país. La logia escocesa también había llegado a la nación y enlistado a figuras relevantes como Nicolás Bravo, vicepresidente y posible sucesor de Iturbide. En 1827, Bravo denunció a Poinsett de intromisión en asuntos políticos del país y exigió su expulsión. La solicitud motivó a que el Congreso promulgara el Plan de Motaño donde se aplicó el termino Poinsettismo a la “conducta oficiosa e intrusiva” de ciudadanos estadounidenses en México. En uno de sus artículos también se prohibió las actividades de la logia yorkina y cualquier otra sociedad secreta en territorio mexicano.

En 1830, después de la caída de los gobiernos de Guadalupe Victoria y Vicente Guerrero, Poinsett abandonó el país para siempre. Por desgracia, su intromisión ya había causado muchos problemas. Uno de ellos fue la terrible división entre quienes coincidían con las ideas yorkinas y los que comulgaban con la logia escocesa, lo que llevaría a enfrentamientos como la Rebelión de Veracruz de 1827, parte de las Guerras de logias masónicas en México, sucedidas entre 1822 y 1834.

¿Qué pasó con Joel Poinsett?

El escándalo provocado en México por sus acciones fue suficiente para que Joel Poinsett fuera despedido de su cargo como enviado estadounidense en el país. Empero, siguió trabajando en favor de los deseos de los presidentes de la nación americana.

En 1830, se unió a aquellos que pedían conservar el sistema que les permitía tener esclavos. Poinsett mismo, en su hogar en Carolina del Sur, tenía decenas de sirvientes. Andrew Jackson, séptimo presidente de Estados Unidos y amigo del exministro, otorgó a Joel el cargo de secretario de Guerra. Con su posición, el estadounidense participó en el desplazamiento y contención de más de 100 mil indígenas en su país.

Su muerte en 1851, a causa de tuberculosis, no borró su terrible legado. Tampoco lo hizo su aportación a la promoción de las artes y las ciencias, siendo uno de los fundadores del Instituto Smithsoniano. Mucho menos haber llevado la flor de Nochebuena a Estados Unidos. De hecho, como parte del movimiento de rendición de cuentas históricas que han popularizado las nuevas generaciones, hay quienes han dejado detrás el nombre inspirado por Poinsett y retomado el apelativo con el que los aztecas conocían a la planta navideña: Cuetlaxóchitl o “flor que se marchita” en náhuatl. Al igual que la flor con la llegada el calor, la relevancia histórica de Poinsett comienza a marchitarse.

MUY INTERESANTE.

 

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