Por: Cortesía

Guillermo Chin Canché: él es el estudiante de origen maya que trabajará en proyecto de la NASA

El proyecto en el que Guillermo Chin Canché tomará parte se llama Dragonfly, y será uno de los más importantes de la NASA.

Guillermo Chin Canché tendrá el privilegio de participar en uno de los proyectos más importantes de la NASA: la exploración de Titán, una de las lunas de Saturno. Guillermo estudió ingeniería en Mecatrónica para después estudiar una maestría en Ciencias y Tecnologías del Espacio en la Universidad Autónoma de Campeche (UAC).

Su afán por aprender lo tiene estudiando en la actualidad una maestría en Oceanografía Física. La curiosidad por los astros lo lleva en su sangre. Guillermo es de origen maya, una civilización bien recordada por su profunda capacidad para estudiar los astros.

"Participar en este proyecto significa mucho, es la culminación del esfuerzo y el trabajo, pero lo más importante es que refleja el conocimiento que heredé de mis antepasados mayas”, comentó en entrevista para la agencia EFE.

El proyecto en el que Chin Canché tomará parte junto con otros cientos de científicos se llama Dragonfly, y será uno de los más importantes de la NASA en los próximos años.

Participar en este proyecto significa mucho, es la culminación del esfuerzo y el trabajo, pero lo más importante es que refleja el conocimiento que heredé de mis antepasados mayas”, comentó en entrevista para la agencia EFE.

El proyecto en el que Chin Canché tomará parte junto con otros cientos de científicos se llama Dragonfly, y será uno de los más importantes de la NASA en los próximos años.

Qué es el proyecto Dragonfly

En marzo de 2023, Guillermo, originario de Bethania, Campeche, México, viajará a Estados Unidos para participar en el proyecto Dragonfly de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA). Dragonfly es una nave robótica que se lanzará en 2027 hasta la luna Titán, de Saturno, para estudiar su asfixiante superficie.

El módulo de aterrizaje, que llegará a la mayor luna de Saturno en 2034, se posará en el campo de dunas Shangri-la, cerca del cráter Selk. Los investigadores la describen como una “zona científicamente notable” digna de ser explorada.

La nave Dragonfly estará equipada con instrumentos para la identificación de moléculas orgánicas y tendrá autonomía para volar a diferentes puntos de Titán y explorar su paisaje.

“Dragonfly aterrizará en una región ecuatorial y seca de Titán, un mundo frígido, de atmósfera densa e hidrocarburos”, explica la científica planetaria Léa Bonnefoy, de la Universidad de Cornell (Nueva York).

“A veces llueve metano líquido, pero se parece más a un desierto en la Tierra, donde hay dunas, algunas pequeñas montañas y un cráter de impacto. Estamos observando de cerca el lugar de aterrizaje, su estructura y su superficie”.

MUY INTERESANTE.