Las parejas jóvenes que sintonizan los gestos y el ritmo del corazón tienden a tener mayor índice de compatibilidad, sugiere un estudio.
La respiración se agita. Las pupilas se hacen más grandes. De pronto, empiezan a sudar las manos. Un temblor sutil, pero presente, se instala en el pecho: sí, es la emoción de salir con alguien que nos interesa. A pesar de que estas señales son bien conocidas, un equipo de científicos en los Países Bajos quería averiguar si existen otras señales en el organismo para definir la compatibilidad entre dos personas. Se dieron cuenta de que la clave está, literalmente, en el corazón.
Sincronías corporales
El estudio se realizó en una muestra de parejas heterosexuales jóvenes. La dinámica fue sencilla. Se orquestaron citas a ciegas entre las personas, al interior de una cabina controlada. La idea era tener un cuadro general de cómo reacciona el cuerpo cuando alguien nos gusta, nos atrae o nos excita.
A cada voluntario se le instalaron sensores dermoeléctricos que miden la actividad eléctrica en la piel para medir la sudoración, así como uno en el pecho para monitorear el ritmo cardiaco. De la misma manera, se les pidió que usaran lentes con cámaras instaladas, de manera que pudieran ver hacia dónde miraban sus interlocutores durante la cita.
De acuerdo con la cobertura de Science Alert, los científicos neerlandeses estaban buscando “sincronías corporales“: esa coreografía implícita de atracción, que se manifiesta en el lenguaje no verbal. Los resultados con respecto a compatibilidad, publicados en Nature Human Behaviour, revelaron que todo pasa por el corazón.
Coincidir en el corazón
A nivel simbólico, los seres humanos ubicamos las emociones, las pasiones y los sentimientos en el corazón. Como motor de la sangre en el cuerpo, tenemos la idea de que también es el centro sentimental de nuestra consciencia. Aunque la mayor parte de la actividad sexual y amorosa viene del cerebro, podría ser que la compatibilidad amorosa sí esté centrada en el ritmo cardiaco.
De acuerdo con psicóloga Eliska Prochazkova de la Universidad de Leiden, líder del estudio, las señales externas no determinan qué tan atraída se siente una persona. Por el contrario, el corazón es un mejor indicador de compatibilidad:
“Ninguna de estas señales predijo hasta qué punto una persona se sentía atraída por otra”, explica Prochazkova. “Son las señales internas invisibles, como la frecuencia cardíaca y la conductancia de la piel, las que determinan esto”.
A nivel simbólico, los seres humanos ubicamos las emociones, las pasiones y los sentimientos en el corazón. Como motor de la sangre en el cuerpo, tenemos la idea de que también es el centro sentimental de nuestra consciencia. Aunque la mayor parte de la actividad sexual y amorosa viene del cerebro, podría ser que la compatibilidad amorosa sí esté centrada en el ritmo cardiaco.
De acuerdo con psicóloga Eliska Prochazkova de la Universidad de Leiden, líder del estudio, las señales externas no determinan qué tan atraída se siente una persona. Por el contrario, el corazón es un mejor indicador de compatibilidad:
“Ninguna de estas señales predijo hasta qué punto una persona se sentía atraída por otra”, explica Prochazkova. “Son las señales internas invisibles, como la frecuencia cardíaca y la conductancia de la piel, las que determinan esto”.
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