Por: Cortesía

La llegada del covid-19 desató una grave epidemia de miopía en niños

La pandemia arruinó nuestra vista: la mitad de la población mundial tendrá miopía en 2050 por la exposición excesiva a pantallas en 2020.

Una de las consecuencias secundarias de la pandemia por COVID-19 está relacionada con la salud visual de las personas. A raíz de los encierros multitudinarios que se impusieron como medida sanitaria, las dinámicas sociales intentaron migrar a las plataformas digitales. A la larga, de acuerdo con un estudio reciente, esto generó impactos negativos en la visión de las personas. La miopía está entre las consecuencias más notables de esta reconfiguración laboral, académica y política.

Miopía: la cercanía a las pantallas está arruinando nuestra visión

No todo es una maravilla en términos del trabajo en casa. Las dinámicas de educación, aprendizaje y jornadas laborales remotas están cobrando facturas altas a nivel físico en las personas. De acuerdo con un artículo de Debbie Jones y Kate Clifford, investigadoras para Optometría y Ciencias de la Visión, Universidad Tecnológica de Queensland, el 2020 fue el año con más afecciones oculares del que se tiene registro hasta ahora.

El origen de este declive en la salud visual de las personas está en la interacción incrementada con la luz azul de las pantallas, que daña la estructura de la retina según qué tan expuestos estamos a ella. De acuerdo con su artículo publicado en The Conversation,el año pasado “será conocido como el año que empeoró la visión del mundo en las próximas décadas”.

Los resultados del estudio se centraron en el alza considerable en las tasas de miopía. Si bien es cierto que, desde que estamos más en contacto con pantallas, se ha aumentado considerablemente, la pandemia es un hito en este índice. En total, se estima que la mitad de la población mundial será miope para 2050.

Afecciones desde la infancia

Aunque podría parecer lo contrario, el problema no está focalizado únicamente en la población de adultos jóvenes. Por el contrario, los niños también han tenido que cambiar la manera en la que interactúan con la educación y entre sí. Por esta razón, según el estudio, la miopía podría estarse gestando desde los años formativos en las personas de ahora en adelante:

“El tiempo que los niños pasan viendo pantallas digitales se ha visto exacerbado por un aumento masivo de la escolarización remota, lo que contribuye directamente a un mayor aumento de la miopía infantil. Los niños educados en el hogar de la era COVID-19 corren el riesgo de convertirse en la población visualmente comprometida del mañana” escriben las autoras.

Si bien es cierto que una infección por COVID-19 no genera esta enfermedad en sí misma, es una realidad que las dinámicas de educación a distancia están impactando ya el rango de visión en las generaciones más jóvenes. Un comparativo entre las generaciones que tuvieron que vivir la pandemia en primaria demuestra que los niños chinos entre 6 y 8 años son más miopes hoy que sus compañeros de edades más avanzadas.

No sólo eso. El problema está en el crecimiento desmedido del globo ocular que, si se dispara entre los 6 y 10 primeros años de vida, resulta en mayor riesgo de cataratas y dificultades para mirar de lejos. La presión al interior del ojo es demasiada, según la cobertura de Deutsche Welle.

Aunque existen alternativas para solucionar esta problemática, es una realidad que el problema de raíz podría mitigarse con una exposición menor a las pantallas diariamente. Las expertas aseguran que, con una disminución en el tiempo de interacción digital, la miopía en niños, adultos y jóvenes podría reducirse sustancialmente.

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