La Organización Mundial de la Salud aceptó que “no se puede descartar la transmisión de aerosoles” en espacios cerrados donde se produjeron brotes, aún con las medidas de sana distancia.
Después de que un grupo de más de 200 científicos publicara una carta abierta a la Organización Mundial de la Salud (OMS) exigiendo la revisión de distintas evidencias que afirman, el coronavirus puede flotar en el aire y transmitirse por vía aérea, el organismo rectificó la información al público disponible en su sitio web.
La versión en inglés del sitio para el público ¿Cómo se transmite COVID–19? sufrió su mayor modificación desde el 29 de marzo en que fue lanzada.
Desde esta mañana, la OMS añadió un apartado para detallar sobre la transmisión aérea del coronavirus a través de aerosoles (partículas mucho más pequeñas y ligeras que las gotículas con la capacidad de mantenerse flotando en el aire), una posible forma de infección secundaria:
“Se han reportado brotes de coronavirus en entornos cerrados como restaurantes, clubes nocturnos, lugares de culto o de trabajo donde la gente puede estar gritando, hablando o cantando. No se puede descartar la transmisión de aerosoles en estos brotes, particularmente en interiores abarrotados y con ventilación inadecuada donde las personas infectadas pasan largos períodos de tiempo con otras”.
TRANSMISIÓN AÉREA, UN RIESGO EN INTERIORES
Los primeros indicios de que el coronavirus puede mantenerse flotando en el aire y respirarse por personas aunque se respete la sana distancia, o entren a un espacio cerrado horas después de que un enfermo haya estado en el mismo sitio abrieron paso a la suspicacia de los científicos.
Aunque las pruebas aún no se confirman, todo parece indicar que en algunos casos, el coronavirus puede respirarse a través de pequeñas partículas que viajan de 6 a 8 metros de distancia y permanecen en el aire un par de horas, especialmente en interiores y espacios con poca ventilación.
La modificación se trata del primer paso del organismo camino a rectificar a partir de nueva evidencia disponible, una postura en la que se ha mostrado reticente durante la pandemia, misma que le ha valido diversas críticas desde la comunidad científica.
La primera controversia al respecto sucedió al principio de la epidemia, cuando la recomendación oficial afirmaba que únicamente el personal de salud y las personas que trataran con enfermos de coronavirus debían portar cubrebocas en el espacio público; sin embargo, con el paso del tiempo y las pruebas al respecto, se adoptó como medida general el uso de cubrebocas en cualquier lugar y situación.
Muy Interesante.