Foto: Cortesía

La policía investiga un intento de venta de supuestos ‘bacon’ robados

Un vídeo difundido por Arthur Brand, el detective del arte neerlandés, muestra obras con la firma del artista similares a las sustraídas en Madrid en 2015

Dos retratos supuestamente originales de Francis Bacon que formaban parte del grupo de cinco robados en 2015 en el centro de Madrid, y valorados en conjunto en unos 30 millones de euros, han reaparecido en el circuito ilegal del arte. Tres de las obras fueron recuperadas en 2017 en la capital española y, ahora, un grupo cercano a los ladrones ha filmado un vídeo y tomado unas fotos para demostrar que las dos obras restantes están en sus manos y atraer así a posibles compradores. Tanto la grabación como las imágenes obran en poder de Arthur Brand, conocido en los Países Bajos como “el detective del arte”, que ha decidido mostrarlas para facilitar su recuperación porque dice que ya hay gente interesada en adquirir los cuadros.

Brand, que en el pasado ha encontrado desde telas de Picasso y Dalí a dos relieves visigodos procedentes de Burgos, considera que los dos bacon pueden desaparecer si se ultima una compra ilegal. La Brigada de Patrimonio de la Policía española que investiga el caso está examinando este vídeo y las imágenes desde hace semanas y está al tanto de los recientes intentos de venta, pero no tiene la seguridad de que se trate de las obras auténticas, según fuentes de la investigación consultadas por este periódico. El suceso se consideró el mayor robo de arte contemporáneo en España.

El vídeo ha sido filmado supuestamente en un piso situado en Madrid, según Brand, y en el mismo se muestran los cuadros dentro y fuera del marco. Las obras están sobre la cubierta estampada de una cama y en la habitación hay un mueble pintado de azul y blanco. La cámara se enfoca sobre las pinturas y la firma de Bacon, y recorre el borde interior de uno de los marcos, donde también aparece su nombre. En una de las fotos hay un ejemplar de EL PAÍS junto a la obra. “Es una grabación típica de este tipo de operaciones de venta oscura. Es una forma de presentar las obras al posible cliente, y en muchas ocasiones, las compran circuitos criminales ajenos al robo original. Cuando los cabecillas de una banda son detenidos, pueden usar luego los cuadros como garantía para intentar rebajar sus condenas”, explica el experto neerlandés. Dice que el precio pedido por estos retratos es de cuatro millones de euros y que se mueven desde hace unas semanas, y añade: “Sé que hay interés por parte de algunos compradores, y al anunciar en mi cuenta de Twitter este caso, espero que tal vez alguien reconozca el apartamento en Madrid y se puedan encontrar”.

Brand nunca tiene trato directo con los delincuentes, sino que opera gracias a contactos e informa a las fuerzas policiales de los distintos países en los que ha recuperado piezas artísticas. En este caso, fuentes de la investigación en España tienen conocimiento de que las obras se están intentando vender, así como de la existencia del vídeo y de las fotos recibidas por el detective por otros canales. “La información sobre el arte robado puede llegarme a través de un comprador que no se fía de lo que le ofrecen, o por intermediarios. En este caso, los ladrones que robaron los cinco cuadros hace seis años eran españoles, y el grupo cercano a ellos que trata de venderlos hoy busca candidatos en mercados españoles e internacionales”.

Los cinco cuadros de Francis Bacon eran propiedad de José Capelo, un amigo del pintor aficionado al arte que los recibió en herencia. Fueron robados en junio de 2015 en su casa de Madrid mientras él se encontraba de viaje en Londres. En 2016, la policía detuvo a siete personas relacionadas con el robo y un año después hizo otro tanto con tres más. Estos últimos fueron los delincuentes utilizados presuntamente por la banda para abrir la casa, según explicaron entonces fuentes policiales a este diario.

Entre los arrestados de 2016, figura el presunto cerebro de la operación, Cristóbal García, marchante de arte, que negó tener relación con el caso. El primer intento de venta se produjo apenas dos meses después del robo, en septiembre de 2015. El segundo fue poco después. Ambos sin éxito y en España. “Según mis informaciones, el intento de venta es ya a escala internacional y en este tipo de mundo, el arte se guarda porque saben que es valioso también para ellos, pero no se conserva en buenas condiciones”, agrega Brand.

EL PAÍS.

 

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