Decorativas de París. La obra en bajorrelieve debía representar el infierno descrito por el poeta florentino Dante Alighieri en La divina comedia. Además de este poema, Auguste Rodin (1840-1917) se inspiró en la interpretación del averno del ‘poeta maldito’ Charles Baudelaire en Las flores del mal, así como en la literatura y mitología grecolatinas. Por Luis Felipe Brice
En términos escultóricos, Rodin se basó fundamentalmente en La puerta del Paraíso y El Juicio Final de sus colegas renacentistas Lorenzo Ghiberti y Lorenzo Maitani, respetivamente. Aunque, asimismo, se advierte en su creación la influencia de Miguel Ángel y de Jean-Baptiste Carpeaux.
No obstante que el proyecto de dicho museo se canceló, el proceso creativo de La puerta del Infierno continuó hasta el último suspiro de Rodin. Para ello contó con la colaboración de su alumna, modelo y amante, la también escultora francesa Camille Claudel.
La gestación de la magna obra implicó la elaboración de un boceto y dos maquetas, de las cuales se desprendieron piezas individuales tan célebres como El pensador y El beso. Su composición impresionista –ya no funcionalmente como puerta sino como escultura– se divide en cinco compartimientos rectangulares: dos batientes u hojas, dos columnas y un dintel.
Pueblan el conjunto escultórico un centenar de personajes en situaciones dramáticas, provenientes de las distintas interpretaciones del averno que inspiraron a su creador.
Lugar de exhibición
La puerta se exhibió por primera vez al público, elaborada en yeso, en la Exposición Universal de París en 1900. Un cuarto de siglo después comenzaron las fundiciones de la misma en bronce. Actualmente solo hay ocho piezas como ésta en el mundo:
- Estados Unidos (2)
- Francia (1)
- Japón (2)
- Suiza (1)
- Corea (1)
- México (1), en el Museo Soumaya.
Muy Interesante.