Por: Cortesía

Las superlunas, ¿exageración o realidad?

Unas cuantas veces al año se produce este fenómeno natural que nos invita a mirar al cielo en busca de una luna brillante y espectacular 

Lunas cuantas veces al año se produce este fenómeno natural que nos invita a mirar al cielo en busca de una luna brillante y espectacular ¿qué podemos esperar ver?

Esa cercanía hace que vivamos cualquier fenómeno asociado a la Luna como algo especial y algunos, como los eclipses, son impactantes. Uno de los fenómenos que más popularidad adquirió en los últimos años es el de las superlunas. Unas cuantas veces al año se nos invita a mirar al cielo con la promesa de ver una luna más grande y brillante de lo habitual, ¿qué hay de cierto en esto?

Las superlunas son una consecuencia del movimiento de nuestro satélite alrededor de nuestro planeta. La órbita que recorre alrededor de la Tierra es una elipse así que hay momentos en que está más alejada y momentos en los que está más cerca. La distancia promedio en el punto más lejano a la Tierra, llamado apogeo, es de unos 405,500 kilómetros y en el más cercano, o perigeo, es de unos 363,300 kilómetros. Entonces, cuando la Luna pasa por el perigeo la vemos algo más grande que cuando se encuentra en cualquier otro punto de la órbita.

Cuando el paso por el perigeo coincide con la fase de luna llena, tenemos una superluna. De hecho, el término correcto para referirse a este fenómeno es el de luna llena en perigeo. El nombre de superluna fue utilizado por primera vez por el astrólogo Richard Nolle en 1979 y se refería a la situación de que la Luna, en su fase de luna llena o luna nueva estuviera, estuviera relativamente cerca del perigeo.

Además, no todos los perigeos están exactamente a la misma distancia, así que, dentro de los perigeos, hay algunos más extremos. Cuando coincida una luna llena con un perigeo extremo tendremos la situación en que la Luna adquiere el mayor tamaño aparente.

Entonces, es cierto que hay momentos del ciclo lunar en que podemos ver a la Luna más grande o más pequeña porque está más cerca o más lejos de nosotros. ¿Pero qué tan grande podemos verla? ¿Afecta esto a su brillo?¿Son estos cambios suficientes como para notar a simple vista algo espectacular?

La diferencia en kilómetros entre ambos puntos es de aproximadamente 42,200 kilómetros que, aunque nos pueda parecer mucho (algo más de tres veces el diámetro de la Tierra), en escalas astronómicas no lo es tanto.

Si comparamos el tamaño de una luna llena en perigeo extremo (es decir, la situación de mayor tamaño), con una luna llena en perigeo promedio, en la distancia promedio y en apogeo promedio, las diferencias en tamaño son de menos de un 2%, menos de un 8% y menos de un 14%, respectivamente. Si hablamos de la iluminación que proporciona la Luna a la Tierra en los cuatro casos anteriores, las diferencias nos son apreciables a simple vista. El brillo de una superluna puede ser hasta un 30% mayor que el de una Luna habitual. 

Si pudiéramos ver a la vez una superluna y otra que no lo es, podríamos apreciar estas diferencias de brillo y tamaño pero la realidad no es así. Es muy difícil apreciar si una luna llena es superluna o no a simple vista.

Saber que no hay que esperar ver una luna llena fuera de lo normal, no le resta al fenómeno nada de espectacular. Mirar a la luna llena, sea o no superluna siempre es motivo para salir de donde estemos y voltear al cielo nocturno.

Las superlunas de 2023

Cada año podemos esperar tener unas 3 o 4 superlunas. Las fechas de 2023 son 3 de julio, 1 de agosto, 31 de agosto y 29 de septiembre.

Cuando se dan dos lunas llenas en un mismo mes, a la segunda se le llama luna azul. Como en agosto lo que coinciden son dos superlunas, se habla de la superluna azul. Este fenómeno sucede con relativa frecuencia, la anterior súperluna azul fue hace dos años.

La luna de julio se conoce como del Ciervo, la del 1 de agosto es la luna del Esturión y la del 29 de septiembre la de Cosecha.

Los nombres de las lunas llenas

Todas las culturas han involucrado a la Luna en sus vidas en mayor o menor medida, para establecer un calendario, para marcar fechas o en forma de diosa. Algunas tribus incluso dieron un nombre específico a la luna llena de cada mes relacionado con acontecimientos característicos de esa fecha.

Los nombres asociados a los nativos norteamericanos son algunos de los más populares pero también hay otros nombres que sobreviven y que seguimos utilizando en la actualidad.

La luna llena de enero se conoce como Luna de Lobo, Luna Helada y Luna de Navidad. La de febrero, Luna de Nieve y Luna de Hambre. La de marzo, Luna de Gusano, Luna de Viento y Luna de Azúcar. La de abril, Luna Rosa, Luna de Hierba y Luna del Pez. La de mayo, Luna de las Flores, Luna de la Leche y Luna de la Siembra. La de junio, Luna de Fresa, Luna Caliente y Luna de Miel. La de julio es la Luna de Heno o del Ciervo. La de agosto, la Luna del Esturión, de Granos o de Moras. La de septiembre es la Luna de Cosecha o de Maíz. La de octubre es la Luna del Cazador, Luna de Sangre o Luna de Viaje. La de noviembre, Luna de Castor, o Luna de Lechuza. Y la de diciembre, la Luna Fría, Luna de Invierno, Luna de Escarcha o Luna del Roble.

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