Así como los seres humanos sentimos dolor al perder a alguien importante, los perros viven el duelo profundamente cuando sus compañeros mueren.
Sin hambre, con pocas ganas de convivir y con arranques de pánico cada vez más frecuentes. Así nos sentimos los seres humanos con la pérdida de nuestros seres queridos. Sin embargo, no somos los únicos. Parece ser que los animales de compañía también demuestran estos cambios de comportamiento cuando alguien cercano muere. De acuerdo con una investigación de la Universidad de Milán, los perros viven el duelo con dolor profundo.
Sin ganas de comer o jugar
Como una de las autoras principales del estudio, la Dra. Federica Pirrone sabe que los perros domésticos son animales profundamente sensibles. Lo que es más: generan vínculos estrechos con sus familias, tanto con los miembros humanos como con los de su misma especie:
“Los perros son animales muy emocionales que desarrollan lazos muy estrechos con los miembros del grupo familiar. Esto significa que pueden estar muy angustiados si uno de ellos muere”, explica la especialista a The Guardian.
Publicado recientemente en Scientific Reports, el estudio se enfocó en aplicar un ‘cuestionario de duelo’ a más de 400 dueños de perros en Italia. Las respuestas de las personas son contundentes: cuando su mascota perdió a su pareja canina, dejaron de jugar, comer y relacionarse con los demás.
Al interpretar los resultados, los científicos de Milán se dieron cuenta de que los perros viven el dolor por dos razones. En primer lugar, por la cercanía que guardaban con sus compañeros animales. Al ya no estar ahí para convivir, jugar y comer en conjunto, naturalmente les extrañan y se preguntan en dónde están. En segundo lugar, parece ser que “la ira del dueño son los principales predictores de cambios de comportamiento negativos”.
MUY INTERESANTE.