Un patrón preciso de pulsos eléctricos permite a las personas ciegas identificar letras individuales en su cerebro.
El nuevo enfoque, descrito en la revista Cell, entrega una secuencia de señales eléctricas al cerebro, creando la percepción de una luz brillante que traza una forma. Con mejoras adicionales, el método podría algún día restaurar aspectos de la visión a personas con ojos dañados o nervios ópticos.
Los científicos han podido crear visiones artificiales manipulando los cerebros de los ratones, pero los avances para las personas ciegas han sido más lentos.
Pequeñas sacudidas de electricidad a la corteza visual, un tramo de tejido neural en la parte posterior del cerebro, pueden hacer que una persona «vea» pequeñas ráfagas de luz llamadas fosfenos.
Los intentos anteriores para restaurar la visión implicaron la creación de múltiples fosfenos al mismo tiempo, como las bombillas en las carpas de películas. Pero esas señales eran difíciles de interpretar, formando un puñado de luces o una mancha de luces fusionadas.
Una señal más clara proviene del uso de la electricidad como un lápiz óptico, esencialmente trazando líneas en la corteza visual con corriente eléctrica.
En pruebas con seis voluntarios que tenían rejillas de electrodos implantados en sus cerebros, los investigadores activaron los electrodos en una secuencia que trazó las líneas de las letras del alfabeto.
Asimismo, el proceso es similar a alguien que escribe la letra N en la palma de alguien haciendo una línea ascendente, luego un descenso hacia abajo y luego volviendo a subir.
Este método de escritura secuencial permitió a los destinatarios percibir rápidamente las formas deseadas, descubrieron Michael Beauchamp, del Baylor College of Medicine en Houston, y sus colegas.
Dos participantes eran ciegos; cuatro participantes videntes tenían redes eléctricas implantadas en sus cerebros como parte del tratamiento para la epilepsia. Un participante ciego podría reconocer 86 formas por minuto con la técnica.
Hasta ahora, los investigadores han probado solo formas simples, como las letras C, W y U. Pero los contornos de objetos comunes, como caras, casas o automóviles, podrían rastrearse utilizando la misma idea, escriben los investigadores.
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Muy Interesante.
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