Por: Cortesía

Por qué los árboles podrían frenar el número de muertes por cáncer en el mundo

Los árboles cuentan con mecanismos naturales para limpiar el entorno de toxinas que generan miles de pacientes con cáncer anualmente.

La agricultura, la industria y la urbanización son los tres grandes causantes de la contaminación en el planeta. A pesar de que son actividades humanas ligadas al bienestar, explica el biólogo molecular Luis González, han ocasionado la mayor parte de la destrucción de la diversidad biológica terrestre. Asimismo, ocasionan la emisión de grandes cantidades de químicos tóxicos, ligados a casos severos de diversos tipos de cáncer. A pesar de que nuestro organismo no puede filtrarlos naturalmente, el de los árboles sí. Así funciona.

Filtros naturales para la atmósfera

En su artículo para The Conversation, González explica que los contaminantes orgánicos persistentes (COP) son algunas de las sustancias más peligrosas con las que convivimos todos los días. Sin darnos cuenta, tienen consecuencias a largo plazo en nuestros órganos, y el contacto prolongado con ellas genera miles de pacientes con cánceres en diferentes zonas del cuerpo al año.

El Programa Ambiental de las Naciones Unidas alerta sobre las COP también en el Acuerdo de Estocolmo. Específicamente, explica el experto de la Universidad Politécnica de Madrid, por cuatro causas: “toxicidad elevada, movilidad global, resistencia a la degradación (persistencia) y acumulación en los seres vivos“.

Al estar presentes en todo el planeta, el nivel de exposición para los seres vivos —no sólo los seres humanos— es mayor. A pesar de que se ha impuesto restricciones severas a la producción de estos químicos, las afectaciones en la salud se aprecian a largo plazo. Sin embargo, habitar un entorno rico en áreas verdes con árboles nativos de la región podría ayudar a que estas sustancias tóxicas se filtren más fácilmente, sin generar cáncer a la población.

Una solución económica y ecológica

El cáncer no es la única enfermedad que las COP generan en los seres humanos, explica González. Por ello, se ha intentado implementar nuevos métodos para descontaminar las zonas más densamente pobladas del planeta de estas sustancias. Los resultados no han sido lo suficientemente exitosos. Sin embargo, parece ser que la fitorremediación podría ser una alternativa más económica y ecológicamente responsable:

“[La fitorremediación es] una tecnología verde que explota la capacidad de algunas plantas (y sus microorganismos asociados) para degradar contaminantes orgánicos, entre otras aplicaciones”, explica el experto.

Además de funcionar con la energía del sol, se basa en los mecanismos que los árboles emplean naturalmente para alimentarse. Basándose en la fotosíntesis, no sólo resulta mucho más barato que construir máquinas nuevas, sino que este método es orgánico y sustentable. En su experimento, González encontró que los álamos son particularmente efectivos para este fin.

Por ello, tener más áreas verdes en las que se pueda entrar en contacto con árboles podría reducir, a la larga, las muertes por cáncer en el mundo. Además de dar prioridad a limpiar el aire, de manera indirecta estas especies vegetales también están desintoxicando el entorno de las COP, que los seres humanos producimos —pero de las que no podemos librarnos por nuestra cuenta.

MUY INTERESANTE.

 

 

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