La longevidad es la capacidad de vivir mucho tiempo, y está influenciada por una combinación de factores genéticos y ambientales.
Los factores genéticos determinan la predisposición de una persona a la longevidad. Las personas con genes que les confieren una mayor resistencia al estrés, a las enfermedades y al envejecimiento tienen más probabilidades de vivir más tiempo.
Vivir una vida más larga y saludable no implica encontrar la fuente de la juventud, pero según la Dra. Nirusa Kumaran, directora médica de la clínica de longevidad HUM2N en Londres, existen hábitos simples que pueden marcar la diferencia.
1. Una Dieta Rica en Plantas y Pescado Azul:
Reducir el consumo de carne procesada y optar por una dieta rica en plantas y pescado azul, como el salmón y la caballa. Estos alimentos contienen polifenoles, micronutrientes con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que pueden combatir los procesos inflamatorios asociados con el envejecimiento.
2. Ejercicio Regular:
El ejercicio regular no solo ayuda a mantener un peso saludable y estimula el metabolismo, sino que también mejora la salud cardiovascular, fortalece los músculos y reduce la inflamación. Además de los beneficios físicos, el ejercicio contribuye a la salud mental al mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés y la ansiedad.
3. Conexiones Sociales:
Estudios en zonas azules, donde la gente vive más tiempo, han demostrado que las conexiones sociales son un factor crucial. Construir relaciones con familiares y amigos, participar en actividades comunitarias y mantener conexiones sociales son estrategias valiosas para promover el bienestar general y la longevidad.
4. Dormir Suficiente y Gestionar el Estrés:
El sueño es esencial para la reparación física durante el ciclo de sueño profundo. Aquellos que no duermen lo suficiente enfrentan un mayor riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, obesidad y depresión. Además, el estrés puede tener un impacto significativo en la salud, actuando como un "asesino silencioso". La meditación, la respiración consciente, el ejercicio y pasar tiempo en la naturaleza son recomendaciones para reducir el estrés.
Al adoptar estos hábitos simples, es posible mejorar la salud sistémica, abordar los procesos inflamatorios y el estrés oxidativo, y, en última instancia, disfrutar de una vida más larga y saludable.
MSN.