Starship alcanzó una altitud máxima de unos 39 kilómetros, según los datos de la retransmisión por Internet del lanzamiento de SpaceX.
Tras el despegue fallido del cohete Starship, el más grande de la historia, el 17 de abril, hoy por fin todo estaba listo para que el vehículo espacial pudiera levantarse en los aires. Y así lo hizo: durante algunos minutos logró mantener su trayectoria hasta que poco a poco comenzó a viajar de manera errática y no pudo separar sus dos etapas.
Finalmente, Starship terminó por explotar ante la mirada de un grupo de curiosos que se dirigieron a Boca Chica (Texas, EE.UU.), donde SpaceX, la empresa de Elon Musk, tiene su base de lanzamiento.
Aunque no se logró el objetivo, el equipo de SpaceX dijo que esta prueba es un avance para recolectar información valiosa para futuros lanzamientos. El propio Musk felicitó a su equipo a través de Twitter y afirmó que el siguiente lanzamiento ocurrirá en pocos meses.
El Starship tenía 120 metros de altura. Se trata del cohete más grande y potente jamás construido por el hombre. En el momento de su despegue se elevó desde la base de lanzamiento orbital de la Starbase sobre una columna de llamas generada por sus 33 motores Raptor de primera etapa.
Sin embargo, el ascenso no duró mucho. La etapa superior del Starship, de 50 m de altura, debía separarse de la primera etapa del Super Heavy unos tres minutos después del despegue, lo cual nunca ocurrió. Los dos vehículos permanecieron conectados y la pila empezó a tambalearse hasta explotar poco menos de cuatro minutos después del lanzamiento.
El gigantesco vehículo alcanzó una altitud máxima de unos 39 kilómetros, según los datos de la retransmisión por Internet del lanzamiento de SpaceX.
“Llegar tan lejos es increíble”, dijo Kate Tice, de SpaceX, durante la retransmisión. “Todo lo que vino después de despejar la torre fue la guinda del pastel”.
Los planes para hoy preveían que el Super Heavy regresara a la Tierra en el Golfo de México aproximadamente a los ocho minutos de vuelo. Por su parte, la parte superior debía encender sus seis Raptors para dirigirse a la última frontera y realizar un viaje parcial alrededor de nuestro planeta.
El objetivo era que la Starship alcanzara una altitud máxima de 233 km y luego regresara a la atmósfera terrestre. Su entrada terminaría con un fuerte amerizaje en el Océano Pacífico, cerca de la isla hawaiana de Kauai, unos 90 minutos después del despegue.
La idea es que Starship sea una nave totalmente reutilizable, aunque algunas de sus partes serán de un solo uso, con lo que la carga útil se podría aumentar de 150 a 250 toneladas. El objetivo es utilizar esta nave para llevar a los astronautas de la misión Artemis 3 a pisar la Luna de nuevo. También la idea es usarla para, al menos, tres vuelos espaciales privados: dos de ellos para transportar a los primeros turistas espaciales que orbitarán nuestro satélite.
MUY INTERESANTE.
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