La muerte de Tutankamón es uno de los grandes enigmas de la historia. Una egiptóloga da una teoría dierente al respecto.
Durante mucho tiempo se ha dicho que Tutankamón murió de una herida abierta a medida que se debilitaba por la malaria. Pero tal vez no sea del todo cierto, según la egiptóloga Sofia Aziz, quien propone otra teoría sobre la muerte del Rey Niño: Tutankamón murió a causa de un accidente de carroza mientras conducía a gran velocidad, lo que le provocó severas lesiones. Al mismo tiempo bebía vino.
Según Aziz, este desastre le provocó fracturas en las piernas que pusieron en peligro su vida, pues se infectaron y le llevaron a una muerte lenta. “Era el típico adolescente que bebía y probablemente conducía demasiado deprisa”, explica Aziz a BBC Science Focus.
¿Pero cómo fue que se llegó a esta conclusión? En 2010, un grupo de egiptólogos examinó la momia del faraón para comprender la causa de su muerte. El rey, que sólo tenía 19 años cuando murió, no sólo padecía malaria, sino múltiples trastornos en el momento de su muerte.
Estudios anteriores afirmaban que necesitaba un bastón para caminar, ya que padecía la enfermedad de Köhler, oligodactilia en el pie derecho y pie zambo en el izquierdo. Sin embargo, los investigadores llegaron a la conclusión de que en realidad fue una fractura en la pierna lo que le mató.
La tumba de Tut para obtener pistas
Sofia Aziz recurrió a las posesiones de la tumba de Tutankamón para obtener pistas sobre la muerte del faraón. Se cree que los antiguos egipcios eran enterrados con objetos cotidianos que podían utilizar en la otra vida. Los expertos vieron que en la tumba había semillas y frutas, lo cual indicaba que recibía tratamiento médico. Pero había algo más…
Aziz señala los seis carros, la armadura y el alijo de vino que también se encontraron allí como pistas importantes sobre la muerte del Rey Niño. Estas posesiones indican que Tut no estaba discapacitado y que cabalgaba en carros como un “rey guerrero”.
Mientras conducía, Tutankamón chocó contra el salpicadero del carro, lo que le causó la herida mortal. Según Aziz, el pie deformado no fue un problema, sino una distorsión causada durante el proceso de momificación.
“Cuando estudié a Tutankamón, personalmente no creo que hubiera pruebas de que fuera discapacitado, porque he visto momias en las que parece que tuviera un pie equinovaro”, declaró Aziz al Festival de Ciencia de Cheltenham.
“Sus piernas estaban tan bien alineadas que, si hubiera tenido una deformidad o un pie zambo, habría tenido dificultades para caminar, pero los huesos largos no muestran ningún indicio de ello”.
A pesar de estas opiniones, el profesor Albert Zink, que contribuyó al histórico estudio de 2010, cree que sus conclusiones siguen siendo válidas.
“Los escáneres mostraron claramente la deformidad equinovaro del pie y la necrosis ósea aséptica juvenil del segundo y tercer metatarsianos izquierdos (enfermedad de Köhler II, síndrome de Freiberg-Köhler). Así pues, no cabe duda de que Tutankamón tenía una deficiencia para caminar, sobre todo debido a la necrosis ósea”.
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