Un 20 de mayo, pero de 2017 un equipo de Puebla lograba ascender a Primera División, pues tal y como la Franja lo hizo en 2007, los Lobos de la BUAP replicaban la hazaña ante el mismo rival, Dorados de Sinaloa.
La serie fue dramática en todo momento, pues en ese entonces los dirigidos por Rafael Puente Jr., tuvieron que venir de atrás para marcarse la heroica con un golazo de volea cortesía Amaury Escoto, poniendo así el 3-2 definitivo que consumó el pase de los licántropos al máximo circuito.
El Apertura 2017 fue el primer torneo de los licántropos en el máximo circuito, dejando buenas sensaciones en el terreno de juego luego de concluir su participación en la décima posición con 23 puntos, siendo un gran semestre dentro de la universidad, inclusive ganando la primera edición del clásico poblano de visita por marcador de 1-0.
El Clausura 2018 fue el declive del equipo comandado por Rafael Puente Jr., púes hasta antes del inicio de ese semestre el descenso solo giraban en torno a Veracruz y no en la BUAP, pero, una vez iniciado el torneo, los malos resultados llegaron provocando el descenso de los Lobos, aunque para su fortuna en ese entonces fue borrado el Ascenso/Descenso, para existir los pagos de permanencia, siendo los licántropos los primeros en hacer valida esta modalidad de permanencia y pagar los 120 millones de pesos.
Los próximos torneos los Lobos utilizaron una política de fichajes basada en los préstamos de jugadores procedentes de otros equipos, pero las malas gestiones y pocos fondos fueron mermando a este club para finales del Clausura 2019, donde si bien lograron la permanencia estando por encima de Querétaro y el descendido Veracruz, la situación no lucia muy prometedora para el Apertura.
Al concluir el Clausura, Lobos recibió ofertas de diferentes equipos del Ascenso para tomar su lugar y trasladar el nuevo equipo a otra sede. Sin ningún acuerdo, el equipo participó en la Asamblea de Dueños de mayo de 2019 asegurando su continuidad. Pero el 4 de junio se dio a conocer que los Lobos solo contaban con 4 jugadores para el arranque de pretemporada, situación que desemboco en la renuncia de Palencia.
Casi una semana después se anunció la venta del equipo, pasando a llamarse Bravos de Juárez, equipo que se hizo con todas las obligaciones deportivas y el cociente de los poblanos. Como cambio, la directiva del club poblano tomó el lugar que ocupaba los Bravos en el Ascenso MX, pero esto fue detenido hasta que se presentase un plan de viabilidad económica y financiera.
Los problemas de la venta surgieron posteriormente, entrando en tela de juicio la venta ilegal del equipo por parte de Mario Mendívil, propietario de Garden Teas México, quien se dice vendió el equipo y se embolsó el pago de esta transacción.
Diversos temas legales llevaron esta problemática a los juzgados, donde denuncias en contra de Mario Mendívil y la Liga MX se hicieron presentes, al final, el mismo empresario que vendió el equipo estuvo dispuesto pagar a la máxima casa de estudios los 90 millones de pesos que establecía su contrato con Ruiz Esparza, siendo así el final de la era de Lobos como equipo de primera.
En 2020 durante pandemia, el nombre de Lobos resurgió, pero no en el Ascenso o Liga MX, sino en una nueva liga que tenía como fin ser la principal competencia de la Liga BBVA MX en unos años. La Liga Balompié Mexicano recibiría al equipo licántropo con los brazos abiertos, pero malas gestiones, de los nuevos inversionistas terminaron en la cancelación del proyecto ya cuando se tenía jugadores y hasta de técnico al chileno Rodrigo Patricio Ruiz.