Chivas soltó la bomba este jueves al anunciar oficialmente la salida de Javier “El Chicharito” Hernández del plantel.
El máximo goleador en la historia de la Selección Mexicana cierra así su segunda etapa con el club donde nació futbolísticamente y que muchos consideran su casa eterna.
Esta salida llega después de meses complicados para Javier, quien enfrentó lesiones e irregularidad que le impidieron mantenerse con continuidad en el once titular. Aun así, su regreso generó un impacto mediático enorme, pues no todos los días vuelve a México un jugador que ha brillado en Europa y en Mundiales. La afición lo recibió con emoción, ilusión y nostalgia por lo que significaba ver otra vez a su ídolo vestido de rojiblanco.
Un legado que Chivas jamás podrá borrar
A pesar de que esta segunda etapa no fue como él o la afición soñaban, el legado de Chicharito en el Guadalajara sigue siendo intocable. El club lo reconoció en su comunicado como uno de los máximos referentes del futbol mexicano, recordando sus logros: campeón del Apertura 2006, campeón de goleo en el Bicentenario 2010 y la increíble proyección que lo llevó al futbol europeo, donde brilló con clubes históricos.
Sus 52 goles con la Selección Mexicana lo mantienen como el máximo artillero en la historia del Tricolor, un dato que por sí solo explica su grandeza. Tres Mundiales, goles decisivos y un carisma que lo convirtió en símbolo nacional. Para Chivas, Javier no solo es un exjugador: es parte de su identidad, de su historia y de su orgullo.
Más que goles: un mentor para la nueva generación
Aunque las lesiones le jugaron en contra, Chicharito sí dejó una huella profunda en el vestidor. El club destacó su papel como mentor de jóvenes futbolistas, ayudando a talentos como Armando “La Hormiga” González a fortalecer su desarrollo dentro del plantel.
Su despedida estuvo marcada por aquel penal fallido en cuartos de final ante Cruz Azul, un momento amargo que no empaña lo que realmente representa para el club.
Chivas agradeció su compromiso, su cariño al escudo y su entrega, confiando en que seguirá ligado a la institución desde el corazón. Y es que, al final, el vínculo entre Chicharito y el Guadalajara no es solo deportivo: es emocional, histórico y absoluto. El capítulo se cierra, sí, pero el legado queda para siempre.
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