Las medidas sanitarias que ha tomado el gobierno de Tokio respecto a los #JuegosOlímpicos han sido más exigentes ante el aumento de casos positivos en tierras niponas.
La ministra, Tamayo Marukawa, anuncio que Japón entrará en un nuevo estado de alerta hasta el próximo 22 de agosto, razón por la cual, la justa que se celebrará del 23 de julio al 8 de agosto, deberá ser sin público en las gradas.
En un principio la idea que tenían los organizadores es que los distintos eventos deportivos pudiesen contar con hasta 10,000 espectadores, o un similar a un aforo del 50% del inmueble. Sin embargo, se ha dado marcha atrás a esta propuesta a pocas semanas antes del arranque deportivo.
Seiko Hashimoto y Thomas Beach quienes encabezan el Comité Organizador de los Juegos, expresaron tener la responsabilidad desde un inició, apoyando en todo momento las medidas necesarias para que los Olímpicos y Paralímpicos puedan ser seguros para los participantes y población.
“Hemos demostrado esta responsabilidad desde el día del aplazamiento. Apoyaremos cualquier medida que sea necesaria para tener unos Juegos Olímpicos y Paralímpicos seguros para el pueblo japonés y todos los participantes”.
Tras la noticia lo más afectados han sido los 68 patrocinadores del evento, mismos que mantenían la esperanza de que por lo menos el público local pudiese asistir aún y con ciertas medidas estrictas de seguridad. Este país asiático ha sido de los menos castigados con números relativamente bajos en afectación por #Covid, pero Tokio registra una tendencia alcista desde que el ultimo estado de emergencia fuese levantada hace quince días.
La muestra del por qué Japón ha tomado la decisión de no contar con público en sus gradas es sencilla, pues en las últimas horas de este jueves notificó casi 900 casos nuevos de coronavirus, un incremento mayúsculo si se toma en cuenta el decremento que se tenía antes de un nuevo estado de emergencia por la nueva #VarianteDelta misma que tiene como característica el ser más mortal y contagiosa.
