Además de su voz, uno de los talentos inconfundibles de Lady Gaga es, sin duda, el transformismo. A lo largo de la última década ha sido una de las artistas más cambiantes del panorama musical.
Stefani Joanne Angelina Germanotta (no nos extraña que utilice 'Lady Gaga' como nombre artístico) nació en 1985. Comenzó su carrera como bailarina y stripper hasta que, en 2008, saltó a la fama y cumplió su verdadero sueño: convertirse en cantante profesional.
A ella estrafalaria no le gana nadie... o, al menos, nadie podía hacerlo antes. Porque lo cierto es que la intérprete de Poker Face ha experimentado un gran cambio. Si antes estábamos a acostumbrada a verla totalmente caracterizada con pelucas, tocados, zancos imposibles y outfits de los más extraños (recordemos cuando se visitó con filetes), ahora es habitual verla con vestidos elegantes, mucho menos maquillaje que antes y, en general, con un look mucho más natural.
La última demostración de lo polifacética que puede llegar a ser ha llegado en forma de película. Lady Gaga protagoniza junto a Bradley Cooper el remake de A Star is Born.
¡Nunca dejará de sorprendernos! Si echamos la vista diez años atrás, que es más o menos la época en la que saltó al estrellato, es imposible no reconocer que Lady Gaga está irreconocible. ¿No lo crees? Pues echa un vistazo a estas imágenes...
