Eugenio Derbez no busca premios internacionales, tampoco dinero con el estreno de Radical, lo que más desea el mexicano con su nueva película es impulsar cambios a nivel educativo, no solo en México, sino en cualquier parte del mundo donde resuene la historia de Sergio Juárez, un profesor que cambió la vida de sus estudiantes al desafiar al sistema e implementar su método de enseñanza inspirado en un video de Sugatra Mitra.
“No busco premios, busco historias que muevan, cuando quieres hacer una película que gane mucho dinero o premios, no sucede, lo que me interesa es conectar con historias que me gusta ver en pantalla y que dignifiquen al latino, en especial al mexicano, en Estados Unidos; mi premio más grande sería que la película lograra un cambio en algún lugar del mundo en términos de educación, ese sería mi verdadero Ariel o mi verdadero Óscar”, dijo Eugenio Derbez.
Esta historia representa para Eugenio la oportunidad de reconectar con los personajes que lo desafían dentro del drama, un género en el que pocos apostaban por su éxito. Es la segunda ocasión que interpreta a un profesor, lo hizo primero en Coda, la ganadora del Oscar a Mejor película en 2022, y lo vuelve a hacer con Radical, dirigida por Christopher Zalla, por mucho “la película más poderosa de toda mi carrera”, en la que da vida al profesor de primaria Sergio Juárez.
Eugenio tiene otros planes
Con Radical “sí hay posibilidades” de repetir la hazaña lograda por Coda el año pasado; Eugenio podría estar nuevamente sobre el escenario para levantar la estatuilla dorada, solo que antes hay un tema por resolver, porque “para que una película califique y sea inscrita al Oscar necesita una inversión muy grande detrás, eso es algo que ahorita no tenemos; sin embargo, si nos va bien en taquilla claro que se lo meteremos”, explicó el también productor de la película.
La estatuilla dorada no es la meta final, aunque si se logra sería un gozo para todo el equipo. Lo que sí es un objetivo claro es lograr cambios a nivel educativo, y por ello tuvo una reunión en Washington con parte del congreso, “hace dos semanas estuve en Washington, me entrevisté con varios congresistas y con el secretario de Educación;, les mostramos la película y tuvimos un acercamiento para hablar de la educación en general, porque no es un problema de México, sino del mundo”, dijo Derbez.
“De ninguna manera quiero que se sienta como un ataque, ni quiero que esto tenga una posición política, es una realidad que la educación sigue igual desde hace muchísimos años y cuando encontramos un caso real de un maestro que logró que los niños rindieran mejor es hay que poner atención. Es momento de acercarnos al verdadero Sergio y ver qué está haciendo que nos sirva para comenzar una nueva conversación”, agregó.
Eugenio tiene claro que no es experto en temas educativos, “pero mi principal objetivo es plantear este tema para que empiece una conversación entre los que sí saben del tema. Repito, no quiero que sea algo político, quiero que sea una invitación a iniciar un diálogo sobre lo que se puede lograr, aún con pocos recursos, porque Sergio Júarez logró cambios enormes con sus alumnos con casi nada y eso es digno de estudio”, explicó Eugenio Derbez.
El drama, sinónimo de estatus
“El drama te da estatus y prestigio”, comentó Eugenio Derbez, el cineasta al que le tomó más de una década filmar su primera película No se aceptan devoluciones, después de instaurar el récord de taquilla que aún sigue vigente como la película más taquillera en la historia del cine mexicano, Eugenio dio el gran salto, puso pausa a la comedia para asentarse en historias de drama y lo hizo fuera del país.
A través de 3Pas Studios se convirtió en productor de las historias que le interesaba contar, aquellas que dignifican la imagen del latino y los mexicanos en Hollywood, “es una realidad que esto es un cambio radical en mi carrera, le tenía miedo a tomar este camino serio y dramático, pero nunca dejó la comedia, creo que está película tiene ambas, pero creo que si es por mucho la película más poderosa, con el mensaje más poderoso que he hecho en mi carrera”, dijo.
“Sigo creyendo que es más difícil hacer reír que llorar, pero por alguna razón los festivales y premiaciones no incluyen las comedias, por eso Ben Stiller o Tom Hanks cambian, porque un día te das cuenta que el drama te da estatus. Con Coda tuve acceso a lugares donde antes ni pensarlo; y por otro lado me di cuenta que mi carrera tenía que evolucionar, quiero que la gente se siga riendo conmigo pero también que salgan del cine pensando”, agregó.
Historias de grandes maestros.
La historia del profesor Sergio Júarez se replicó a nivel internacional cuando la revista Wired publicó el artículo The next Steve Jobs, en portada aparecía la pequeña Paloma Noyola, una estudiante de la primaria mexicana Jose Urbina López, ubicada en Matamoros, donde su profesor le cambió la vida, al igual que a decenas de estudiantes que han pasado por su aula. Su método de enseñanza no se basa en memorizar cosas, sino en reflexionarlas.
Respecto a su ha tenido un maestro que le cambió la vida, Eugenio responde: “he tenido afortunadamente muchos maestros, mi mamá la primera que me enseñó a amar esta carrera; en la escuela tuve un maestro muy peculiar que utilizaba el humor para enseñar, no se quería hacer el chistoso, era involuntariamente simpático. Y luego mis hijos, ellos han sido mis mejores maestros de la vida y de todos los más duros”, explicó.
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