Sergio Sepúlveda, una de las caras más reconocidas de Venga la Alegría, sorprendió a sus seguidores al revelar que su página oficial de Facebook —donde tenía más de un millón de fans— fue hackeada.
El conductor contó en Instagram que todo inició cuando comenzó a recibir correos sospechosos asegurando que había violado normas de la plataforma. Desde ese primer aviso, supo que algo no cuadraba.
Lo que terminó confirmando el desastre fue descubrir que no solo su cuenta había sido intervenida, sino también la de su hija. Ambas quedaron en manos de un usuario identificado como Felipe Pizarro, quien habría tomado control sin autorización. Para colmo, Facebook le envió notificaciones llenas de errores de horario y datos que no hacía sentido, algo que inmediatamente encendió sus alarmas.
El conductor relató que el mensaje decía que él había publicado “contenido delicado” el 24 de noviembre… cuando en México apenas era 23. Desde ahí, empezó a tirar del hilo y se topó con algo mucho más grave de lo que imaginaba.
Publicaciones graves que dañan su imagen
Sergio explicó que lo que más lo indignó fue enterarse de que los responsables del hackeo publicaron material relacionado con explotación sexual infantil, algo que calificó como “asqueroso” y totalmente ajeno a él. Aseguró que este tipo de contenido no solo es repulsivo, sino que también representa una acusación sumamente seria que afecta su integridad profesional y personal.
El problema creció cuando intentó pedir una revisión del caso y se dio cuenta de que Facebook ya había apelado automáticamente “en su nombre”, bloqueando la posibilidad de solicitar un análisis manual. Esto lo dejó en un limbo donde la recuperación de su página podría tardar bastante.
Todo esto ocurre mientras él sigue trabajando en Venga la Alegría, intentando mantener la calma y buscando soluciones para no perder años de contenido, reproducciones y comunidad construida en la plataforma.
Riesgos, leyes y cómo protegerte
A raíz del incidente, Sergio aprovechó para hacer un llamado a la audiencia a reforzar su seguridad digital, recordando que cualquiera puede ser víctima de un hackeo y verse involucrado en problemas legales por contenido que jamás publicó.
En México, el Artículo 183-A del Código Penal Federal establece que la pornografía infantil puede traer penas de entre 4 y 12 años de prisión, e incluso más cuando la víctima es menor de 14 años o hay participación organizada.
Expertos han reiterado que para evitar estos escenarios es básico tener una contraseña robusta, actualizarla con frecuencia, activar la verificación en dos pasos y registrar dispositivos de confianza en Facebook. Medidas simples, pero que pueden evitarte un susto del tamaño del que vivió Sepúlveda.
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