Héctor Astudillo, gobernador de Guerrero, sugirió esta mañana que el incendio provocado en la discoteca Baby’O sería una campaña de desprestigio contra Acapulco.
El mandatario estatal recalcó que Eduardo Césarman, propietario de la disco más famosa de Acapulco, aseguró que jamás fue víctima de amenazar, extorsiones o cobro de piso.
Asimismo subrayó que, debido a que el lugar estaba cerrado por la pandemia, no había nada que robar, ni había empleados, más que los encargados de la vigilancia; por lo que “valdría la pena conocer cuál fue el interés” en quemar el Baby’O.
“No hay antecedentes de extorsión, dicho por el propio señor Césarman; no hay en sí algo que ir a robar, porque tiene año y medio cerrado”, dijo Astudillo en entrevista.
Ante dicho panorama, el gobernador de Guerrero señaló que, a su parecer, el ataque al Baby’O sería una campaña para desprestigiar a Acapulco, porque, pese a la pandemia, es uno de los lugares turísticos más concurridos en el país.
“Yo creo que vale la pena preguntarse, ¿no será una campaña de desprestigio hacia Acapulco?, como en otras ocasiones ha sucedido. Acapulco sigue siendo el centro turístico más cercano a la ciudad (de México) y, aún con la pandemia, ha mantenido porcentajes de ocupación (turística) de más del 50 por ciento”, recalcó.
Asimismo señaló que es una gran coincidencia que el incendio haya ocurrido cuando Guerrero está saliendo de la pandemia, se va a anunciar el semáforo verde y aumentarán los aforos en los lugares.
El Baby’O, al igual que otras discotecas, estaba preparándose para reabrir, debido a que Guerrero pasará próximamente a semáforo verde.