La historia del bebé abandonado en Tultitlán, que estremeció al Estado de México desde febrero, dio un giro definitivo: un juez federal determinó que el pequeño será dado en adopción.
El menor, encontrado dentro de una bolsa de plástico en la colonia Fuentes del Valle, está bajo resguardo del Difem mientras se concreta el proceso formal que le dará un nuevo hogar.
La jueza Gabriela Villeda resolvió que la adopción es la ruta que mejor garantiza su bienestar, especialmente después de que los padres biológicos fueron vinculados a proceso por homicidio en grado de tentativa. Tras nueve meses de evaluaciones, el Estado concluyó que el menor merece empezar desde cero con una familia adoptiva, lejos del entorno que lo puso en riesgo desde el primer día.
Aunque ya tiene nombre y apellidos asignados, estos podrían cambiarse una vez finalizada la adopción, permitiéndole una identidad completamente nueva.
Padres procesados y abuelas descartadas
Tanto Lucio David “N”, de 18 años, como Diana Jacel “N”, de 21, permanecen en prisión preventiva mientras avanza el caso. Las investigaciones determinaron que ambos participaron en el abandono y que hubo mensajes entre ellos que dejaban claro su intento deliberado de deshacerse del recién nacido.
Las abuelas, en un intento tardío, también buscaron la custodia. Una aseguró que entregó a su hijo al ver el video del abandono; la otra aseguró que podía hacerse cargo del bebé. Pero la jueza fue firme: ninguna obtuvo la tutela. El criterio fue simple y contundente: el interés superior del menor está primero.
Cómo ocurrió el abandono y qué reveló la investigación
El hallazgo ocurrió gracias a los vecinos que escucharon el llanto. El bebé fue estabilizado en el Hospital Regional Bicentenario del ISSSTE, y desde ahí comenzó una investigación que avanzó a toda velocidad.
Las cámaras de seguridad fueron clave para identificar al joven que dejó la bolsa en plena calle. Después, las autoridades dieron con la madre, quien habría dado a luz sola en el baño de la pastelería donde trabajaba.
La FGJEM aportó pruebas determinantes: mensajes de WhatsApp entre los padres con frases como “Aún se mueve” o “Tíralo en algún canal”, que mostraban la gravedad del caso.
Finalmente, el video del abandono llegó hasta la madre de Lucio, quien, conmocionada, decidió entregarlo a las autoridades. Hoy, el menor aguarda un futuro distinto, lejos de quienes lo pusieron en riesgo.
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