En Mérida se destapó un caso que trae de cabeza a medio internet: la detención de Juan Pablo N., alias “El Argentino”, acusado de extorsionar a hombres usando fotos íntimas que ellos mismos le enviaban.
Todo ocurría desde una aplicación de citas, donde él se hacía pasar por mujer, creando perfiles atractivos y muy convincentes para ganar confianza.
El sujeto, de 43 años, fue detenido por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y la Policía Estatal de Investigación de Yucatán, justo en el momento en que estaba vestido con prendas femeninas. Según las autoridades, esto lo hacía para despistar y mantener su doble identidad tanto en la app como en la vida real. Varias víctimas explicaron que, tras un rato de conversación coqueta, él pedía el número telefónico y proponía intercambiar fotos íntimas o incluso encuentros.
La trampa: fotos, confianza… y amenazas de hasta 12 mil pesos
Después del intercambio de imágenes, venía la parte más oscura. Con esas mismas fotos, “El Argentino” exigía dinero a sus víctimas: primero 2,000 o 3,000 pesos, pero la cifra podía subir hasta 12,000 pesos, bajo la amenaza de publicar todo en redes sociales. Muchos, por miedo o vergüenza, pagaban sin denunciar.
Sin embargo, una de las víctimas decidió romper el silencio y denunciar. Esto permitió que las autoridades montaran un operativo y lograran su captura. Incluso se difundió el video del momento en que lo detienen, donde se le ve con vestido y maquillaje. En redes sociales, las reacciones no tardaron en aparecer y varios usuarios lo apodaron “El Sister Hong de Mérida”, comparándolo con un caso muy parecido ocurrido en China.
El caso que recordó a Sister Hong y la reacción del público
La referencia a “Sister Hong”, un hombre que grababa encuentros con hombres para obtener ganancias extorsionando en Asia, hizo que la historia explotara aún más en redes sociales. Comentarios como “qué mujerzota”, “¿cómo podían caer?”, o “se veía venir desde lejos” inundaron las publicaciones.
Aun así, la situación ha abierto una conversación más seria sobre el riesgo de las apps de citas, el intercambio de fotos íntimas y la importancia de denunciar este tipo de delitos sin miedo. El caso de “El Argentino” demuestra que muchas veces las víctimas no hablan hasta que ya están desesperadas, pero que hacerlo puede frenar una cadena de abusos que afecta a más personas.
Por ahora, el detenido enfrenta el proceso correspondiente mientras en Mérida sigue la discusión sobre cómo algo que empezó como un “match” terminó en uno de los casos más comentados del año.
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