El pasado 24 de noviembre, elementos de la Semar, la Policía Municipal de Ecatepec y la FGJEM lograron la captura de Juan Manuel “N”, alias El Maya, señalado como presunto líder del grupo delictivo Los Mayas.
La historia se puso densa porque, según reportes oficiales, este grupo —también llamado Somos Mayas, Somos Fuertes— se dedicaba al huachicol de agua en municipios como Acolman, Coacalco y Ecatepec, zonas donde el abasto suele fallar y la venta ilegal se volvió un negociazo.
Lo más fuerte es que El Maya trabajó como policía municipal en Ecatepec entre 2014 y 2023, hasta que fue separado del cargo por causas administrativas. Pero ahí no paró el expediente: registros oficiales muestran que, mientras portaba el uniforme, fue detenido varias veces. En 2020 cayó por homicidio calificado; en 2022, por despojo; y en 2023, por requerimiento ilícito de pago. Su nombre ya sonaba en varias investigaciones antes de esta captura reciente.
Cómo operaban Los Mayas y por qué eran considerados objetivo prioritario
La banda presuntamente liderada por El Maya controlaba la distribución ilegal de pipas de agua, aprovechando las fallas en el suministro oficial en Acolman, Coacalco y Ecatepec. El negocio era enorme y, de acuerdo con la FGJEM, el impacto social y la violencia generada por sus operaciones lo convirtieron en un objetivo prioritario.
Las pesquisas revelaron que el grupo operaba a través de redes que simulaban ser sindicatos y que existía participación de particulares e, incluso, servidores públicos. Mucho del control sobre las tomas y la venta clandestina se movía bajo la sombra, pero los operativos ya le habían seguido la pista desde hace meses.
Operación Caudal y la caída de otro implicado el mismo día
La llamada Operación Caudal es la estrategia con la que la FGJEM busca frenar el robo y comercialización ilegal de agua, enfocándose en desmantelar las redes completas, no solo a los operadores visibles. Bajo este mismo operativo, el 24 de noviembre también se detuvo a Ricardo “N” en Ecatepec.
Las autoridades lo identifican como presunto integrante de la organización La Chokiza y dueño de pipas usadas en tomas clandestinas. Además, tendría vínculos con la Unión de Sindicatos y Organizaciones Nacionales (USON), señalada por presuntas actividades ilícitas en la zona.
Con ambas detenciones, las autoridades buscan mandar el mensaje de que el huachicol de agua ya no se va a tolerar y que la red detrás de estas operaciones empieza a fracturarse.
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