Por: Cortesía

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CNDH responsabiliza a Guardia Nacional y Sedena por tortura a menores

Sonora.- Un grupo de elementos de la Guardia Nacional (GN) y de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha sido señalado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por cometer actos de tortura contra dos menores de edad en San Luis Río Colorado, Sonora.

Confirman actos de tortura

La CNDH confirmó que los uniformados vulneraron gravemente la integridad personal de las víctimas al golpearlas y lastimarlas. La Comisión destacó que se violaron el derecho al trato digno y el interés superior de la niñez. Según la información proporcionada, el 3 de junio de 2023, los miembros de las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional ingresaron al lugar donde se encontraban las víctimas, despojándolas de sus pertenencias y golpeándolas con tablas y armas de fuego.

Detalles del incidente

Las investigaciones revelaron que, después de la golpiza, se utilizó una bolsa para torturar a ambas víctimas. Posteriormente, fueron entregados a la Fiscalía General de la República (FGR) sin que los oficiales ofrecieran ningún tipo de ayuda médica para las lesiones que ellos mismos provocaron.

Acciones de la CNDH

La CNDH emitió la recomendación 160VG/2024, donde se exige que las autoridades responsables reparen el daño y brinden la atención médica necesaria. El objetivo de la CNDH es establecer mecanismos efectivos de prevención de tortura, generando un entorno de seguridad que garantice la dignidad e integridad de todas las personas.

Evidencias de agresión

Los actos de agresión fueron confirmados por las evidencias de tortura y por la vulneración del interés superior de la niñez. Los certificados médicos y los dictámenes de integridad física y psicológica corroboraron que las lesiones sufridas por las víctimas eran contemporáneas y estaban directamente relacionadas con los hechos denunciados.

Incumplimiento de deberes

Los funcionarios involucrados en el caso incumplieron su deber de protección, al no salvaguardar la integridad física y emocional de las víctimas, asumiendo así la responsabilidad por los actos de tortura cometidos. Estos hechos resaltan la necesidad urgente de reformar y mejorar los protocolos de actuación de las fuerzas del orden en México para prevenir la repetición de tales abusos en el futuro.