Identifican los cadáveres mutilados que transportaba un presunto integrante de La Unión Tepito en un “diablito“; se trata Alán Yahir y Héctor Efraín, jóvenes mazahuas que desaparecieron hace siete días.
Los padres de ambos menores, que vivían una vecindad ubicada en la calle Pensador Mexicano de la Ciudad de México (CDMX), identificaron ayer sus restos, que fueron recuperados de las manos de un sujeto que los llevaba en cajas de plástico, el domingo por la madrugada.
CAE MIEMBRO de LA UNIÓN con 2 DESCUARTIZADOS en un DÍABLITO
— Carlos Jiménez (@c4jimenez) November 2, 2020
Es Eduardo Zuñiga, opera para El Chori y El David
Agentes d @SSC_CDMX lo hallaron de madrugada con este diablito en el C Histórico
Así llevaba 2 cuerpos q sacó de una vecindad controlada por LA UNIÓN@FiscaliaCDMX indaga pic.twitter.com/lK2SzBYGf9
Alán Yahir, de 12 años de edad, y Héctor Efraín, 14 años de edad, desaparecieron la noche del martes 27 de octubre; la última vez que se les vio fue cerca de las calles Donceles y Allende, en el Cetro Histórico capitalino.
El día de su desaparición, los padres de Héctor Efraín le llamaron a su teléfono celular, el cual respondió un hombre desconocido, quien solo dijo, “bueno”, y luego colgó.
El menor de 14 años se enviaba mensajes instantáneos con una joven, que presuntamente es pareja de un vendedor de drogas, a quien pretendía. Las familias de los jóvenes sospechan que fueron asesinados por la relación con la mujer; aunque también existe la sospecha que habían comenzado a vender droga.
Los dos cuerpos descuartizados que trasladaba Edgar “Z”, en cajas sobre un diablito, corresponden a dos niños mazahuas que desaparecieron el 27 de octubre pasado. Vistos por última vez en el Eje Central y Donceles, donde noche a noche vendían dulces @ilichvaldez @FiscaliaCDMX pic.twitter.com/kAN6niTwic
— Juan Carlos Alarcón (@amarilloalarcon) November 4, 2020
Las pruebas forenses arrojaron que Alán y Héctor fueron torturados y mutilados; el sujeto que los transportaba, presuntamente pretendía abandonar los restos en el Centro Histórico.
Ambos estudian la secundaria, apoyan en la venta de dulces y comida a sus familias, en el Zócalo; “no tienen enemigos, no se drogan, no están en pandilla, no están en ningún tipo de actividad Ilícita”, aseguraron sus seres queridos la semana pasada.
La noche de su desaparición, los jóvenes se vieron a la 21:30 horas, como siempre lo hacían todas las noches, porque vendían dulces en al calle Donceles, sobre Eje Central.