El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), realizaba trabajos de salvamento arqueológico en los terrenos de la que era La Feria de Chapultepec, cuando se encontró con fragmentos de tabique refractario y monogramas sellados en vasos y botellas de cristal cerca del Papalote Museo del Niño.
Al investigar, el organismo se encontró con una sorpresa: debajo del edificio se encontraba la Fábrica Nacional de Vidrio que fue olvidada cuando se construyeron las atracciones de la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec.
El establecimiento operó entre 1936 y 1968 con una producción local al inicio, principalmente enfocada en el suministro de desayunos escolares y del Ejército, pero después se convirtió en proveedora de Casa Pedro Domecq y Cervecería Modelo, explicó la arqueóloga Liliana Márquez.
“Estas áreas industriales se desarrollaron alrededor de Los Pinos —ya erigido como residencia presidencial—, con un financiamiento mayoritario de parte del gobierno mexicano y un porcentaje menor de capital extranjero, con la idea de que proveyeran las necesidades del país”, agregó.
El edificio tenía una fachada sobre la ahora avenida Constituyentes. En la sección oeste, tenía tres puertas menores que conducían a una galera de techo perpendicular al eje de los muros, y que pudo funcionar como un almacén de productos terminados, dijo en INAH en un comunicado.
La nave central tenía un techo a dos aguas con un ducto central, para hacer el embalaje del material, y más adelante continuaba con otra galera de techo plano y planta cuadrada.
Entre 1967 y 1969 una serie de incendios en sus áreas de hornos y bodegas, además de una serie de huelgas, provocaron que la fábrica dejara de funcionar.