Héctor Rodríguez Urióstegui, alias “El Colín” o “El Gordo”, uno de los cabecillas de la Bandera -escisión de la organización criminal Guerreros Unidos- y vinculado a la desaparición de los normalistas de la escuela Isidro Burgos de Ayotzinapa en septiembre de 2014, fue detenido en Morelos.
La Fiscalía de Guerrero (FGE) confirmó este sábado la detención, en un operativo conjunto de la Coordinación Nacional Antisecuestro (Conase), la Secretaría de Marina (Semar), la Guardia Nacional y la propia dependencia.
La FGE señaló que se detuvo al “Colín”, de 38 años de edad, como probable responsable del delito de Homicidio Calificado, ilícito cometido en la ciudad de Iguala de la Independencia.
Detalló que durante la audiencia realizada el sábado, el juez dictó la prisión preventiva oficiosa para Rodríguez, por lo que fue recluido en el Centro de Reinserción Social de Chilpancingo.
A Héctor Rodríguez se le considera uno de los principales líderes del grupo delictivo Guerreros Unidos o La Bandera, “grupo que se le relaciona en diversos hechos de homicidios, extorsiones, secuestros y robo en la región norte del estado”, mencionó la Fiscalía. La detención se realizó en la privada Vicente Guerrero, colonia Granjas de Cuernavaca.
La semana pasada, la Fiscalía General de la República (FGR) giró una nueva orden de aprehensión contra el extitular de la Agencia de Investigación Criminal, Tomás Zerón de Lucio, por los probables delitos de desaparición forzada de personas, tortura y coalición de servidores públicos.
La Unidad Especializada en Investigación y Litigación del Caso Ayotzinapa (UEILCA) de la FGR obtuvo dicha orden de aprehensión el pasado 23 de abril, la cual se acumulará a la que ya se encuentra en Israel con ficha roja de la Interpol, de acuerdo con un comunicado de la Fiscalía.
“Esta orden de aprehensión será enviada de inmediato a las autoridades de Israel, para fortalecer el procedimiento de extradición del sujeto señalado”.
La nueva orden de captura derivó del video que fue difundido en junio de 2020 en el que se observa a Tomás Zerón en un interrogatorio irregular en las instalaciones de la Agencia Federal de Investigación de la entonces Procuraduría General de la República, en el que es sometido Felipe Rodríguez Salgado, ‘El Cepillo’, implicado en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. El objetivo de dicha tortura era para que declarara lo que se le estaba obligando para justificar la denominada “verdad histórica”.
Se presume que el interrogatorio de 2015, y durante el mismo, Felipe Rodríguez Salgado es amenazado de muerte para que cooperara con las indagatorias sobre la desaparición de los 43 normalistas.
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