A pesar de haber perdido relevancia en los últimos años, el nombre de Juan José Esparragoza Moreno, conocido como ‘El Azul’, ha vuelto a estar en el centro de la controversia. Su nieta, Diana Rosalía Esparragoza, ha capturado la atención pública tras ser vista en París con el famoso cantante de narcocorridos, Peso Pluma.
La conexión familiar y su impacto
Aunque la familia Esparragoza reportó la muerte de ‘El Azul’ hace más de 10 años, su larga y notoria trayectoria criminal continúa persiguiendo a sus descendientes. Diana, de 26 años y originaria de Guadalajara, Jalisco, ha generado un gran interés en las redes sociales tras ser captada paseando de la mano con Hassan Emilio Kabande Laija (Peso Pluma), lo que ha revivido la conversación sobre su familia.
Diana Esparragoza.
Búsqueda activa de ‘El Azul’
El legado de ‘El Azul’ no solo se limita a su familia. A pesar de que se informó que falleció en 2014, las autoridades de Estados Unidos mantienen activa una ficha de búsqueda. Según el FBI, el Departamento de Estado ofrece una recompensa de 5 millones de dólares por información que conduzca a su arresto. ‘El Azul’ es buscado por tres delitos graves relacionados con el narcotráfico, incluyendo la conspiración para importar y distribuir sustancias controladas.
La muerte en misterio
Las circunstancias que rodean la muerte de ‘El Azul’ son intrigantes. Se reportó que sufrió un grave accidente automovilístico en mayo de 2014, lo que lo llevó a ser hospitalizado. Se dice que durante su recuperación sufrió un ataque al corazón, falleciendo al instante. Sin embargo, la Procuraduría General de la República y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional iniciaron una investigación tras no encontrar evidencias que confirmaran su muerte.
El 9 de junio de 2014, el titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, informó que, a pesar de la investigación, no se habían logrado obtener pruebas que confirmaran la muerte del capo. Versiones contradictorias sobre su lugar de fallecimiento complicaron aún más la situación, con reportes que indicaban Ciudad de México, Guadalajara y Culiacán como posibles lugares de su deceso.
La falta de pruebas concluyentes mantiene el misterio sobre la veracidad de su muerte casi una década después, asegurando que el nombre de ‘El Azul’ seguirá siendo un tema candente en el ámbito público y criminal.