Tlalnepantla.- Al grito de “no somos goteras, somos meseras”, cerca de 80 empleadas de bares y restaurantes del Valle de México exigen la liberación de los trabajadores del bar Black Royce detenidos por la muerte del empresario Iñigo Arenas.
La protesta se realiza afuera Juzgados de Control, Juicio Oral y Ejecución de Sentencia ubicado a un costado del Centro Penitenciario de Reinserción Social del municipio de Tlalnepantla de Baz, donde este martes se reanudó la audiencia inicial en contra de los seis implicados.
Entre ellos se encuentran cuatro mujeres que convivieron con el empresario identificadas como Aritzi Abril “N”, Ana Karen “N”, Cecilia “N”, Karen “N”, y Eduardo “N”, jefe de meseros y Carlos Daniel “N”, jefe de seguridad del bar.
“No a la fabricación de delitos. Son Inocentes”, fueron algunos de los mensajes que mostraron los compañeros de los imputados en cartulinas para solicitar su liberación y el rechazo a la supuesta fabricación de los delitos.
Las empleadas rechazaron que sus compañeros y compañeras detenidas formen parte de la red de mujeres dedicadas al robo de clientes a través del goteo como lo pretende demostrar la Fiscalía General de Justicia del Estado de México.
Incluso, durante la reanudación de la audiencia la defensa de los empleados adelantó que presentará dos peritajes que demuestran que presuntamente el cuerpo del empresario no contenía indicios de presuntas sustancias prohibidas.
Por el contrario, el agente del ministerio público entregó al juez tres grabaciones que demostrarían la participación de los detenidos en el homicidio, lo que obligó un reseco de una hora para el análisis de las pruebas a la defensa de los acusados.
La reanudación de la audiencia de formulación de imputación contra los seis detenidos, que fue aplazada el pasado sábado, comenzó alrededor de las nueve de la mañana y se espera que en las próximas horas se defina su vinculación o no a proceso.