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Familia de Pablo Ríos busca asilo en EE. UU. tras tragedia por mina en Michoacán

La familia de Pablo Ríos Buenrostro, un joven de 15 años que falleció el 8 de febrero por la explosión de una mina en la comunidad de Santa Ana Amatlán, Michoacán, acudió este miércoles a la embajada de Estados Unidos para solicitar asilo.

El motivo de la solicitud es el temor de ser víctimas de represalias tanto del crimen organizado como de autoridades locales debido a la denuncia pública del trágico suceso.

Mina oculta y muerte instantánea

Pablo trabajaba como jornalero en una huerta de limón cuando, al caminar, pisó una mina oculta, lo que le provocó la muerte instantánea. La tragedia también cobró la vida de otro trabajador. Su madre, Mayra Alejandra Buenrostro Valencia, expresó con gran dolor: “Mi niño no merecía morir así, él no merecía morir porque era un niño muy trabajador…”

Pablo, el sostén de su familia

Pablo era el principal sostén económico de su familia, trabajando en la huerta de limones y vendiendo el producto en los poblados cercanos a Apatzingán. La tragedia dejó un vacío en la familia, que ahora teme por la seguridad de sus miembros debido a la presencia de minas en la región, que han causado diversas muertes de trabajadores, maestros y militares.

Petición urgente al gobierno y a la comunidad internacional

La madre de Pablo hizo un llamado a las autoridades de México para que tomen acciones inmediatas y eliminen las minas ocultas colocadas por grupos del crimen organizado en el estado de Michoacán. Acompañada del diputado local Guillermo Valencia Reyes, ex alcalde de Tepalcatepec, la señora Buenrostro recibió instrucciones para formalizar su solicitud de asilo a través de un correo electrónico y presentar pruebas de la situación.

La tragedia de Pablo resalta la urgente necesidad de proteger a los trabajadores en zonas vulnerables de México y la creciente violencia ligada al crimen organizado.

 

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