INAH evalúa sanción a MrBeast por uso comercial de zonas arqueológicas
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Vie, Jun

Foto: Cortesía

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INAH evalúa sanción a MrBeast por uso comercial de zonas arqueológicas

El INAH analiza sanciones contra la empresa de MrBeast por promocionar marcas en sitios arqueológicos como Calakmul y Chichén Itzá sin autorización comercial.

El Instituto Nacional de Astrología e Historia (INAH) anunció que evalúa aplicar sanciones administrativas contra la empresa Full Circle Media, representante del creador de contenido MrBeast, por un presunto uso indebido de zonas arqueológicas con fines comerciales. 

Aunque la producción del video “Sobreviví 100 horas dentro de un templo antiguo” de MrBeast contó con permisos oficiales para grabar en Chichén Itzá y Calakmul, el INAH aclaró que nunca se autorizó la difusión de información falsa ni el uso de imagen patrimonial para promocionar productos. 

En el video publicado por el influencer, se observa cómo promociona chocolates de su marca Feastables, afirmando que es “el único snack del planeta aprobado por los mayas”. Así mismo menciona marcas como Jack Links, Walmart y 7- Eleven, lo que ha generado críticas por el uso comercial de espacios protegidos. 

Ante estás promociones el instituto exigirá a la empresa el resarcimiento de los daños  y estudia posibles sanciones por incumplir las condiciones de los permisos, al lucrar con bienes patrimoniales de la nación.

La polémica llegó hasta la conferencia presidencial, donde la mandataria Claudia Sheinbaum solicitó al INAH un informe detallado. En respuesta, la secretaria de Cultura federal, Claudia Curiel de Icaza, expresó que rechaza cualquier afán comercial que distorsione el valor cultural y simbólico de las zonas arqueológicas.

Por su parte, la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, expresó en redes sociales su apoyo a MrBeast, agradeciendo su visita y destacando que su presencia generó derrama económica y promoción turística internacional, sin que se cobrara un solo peso. Incluso desafió a la Secretaría de Cultura a dirigir sus inconformidades al gobierno estatal, afirmando que todos los permisos fueron legales y supervisados por autoridades como el INAH y la SECTUR Campeche.

El caso plantea un debate entre difusión cultural, promoción turística y preservación patrimonial, en medio del auge de contenidos digitales en sitios históricos.