El desastre que dejó Enrique Peña Nieto en el país, luego de (des) gobernarlo durante seis años hace estragos principalmente en esta coyuntura de crisis epidemiologica que atravesamos.
Los hospitales fueron el mejor pretexto para el gobierno de Peña Nieto para desviar miles de millones de pesos que debieron destinarse en su construcción y equipamiento pero que, finalmente, fueron robados Gracias a la corrupción de su gobierno.
Hoy, a las mexicanas y mexicanos nos hacen falta de manera urgente estos hospitales. Ante el pico de la epidemia que se nos viene, nos harán falta camas y equipamiento para poder atender a toda su todos los que se contagien de esta terrible enfermedad.
De los 326 hospitales y unidades médicas sin concluir en el país, casi la mitad de los inmuebles, en los que invirtió el gobierno de Peña Nieto, son inviables y no podrán funcionar porque sería un riesgo para los ciudadanos.
De esos hospitales, 160 obras están suspendidas por considerarse que existe un riesgo, de acuerdo con un reporte de la Secretaría de Salud (Ssa) entregó al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Según fuentes de Presidencia, algunas edificaciones registran fallas estructurales o no fueron bien planeadas de origen.
“Aquellas obras que se encuentran suspendidas no podrán concluirse, toda vez que no cuentan con los requisitos mínimos de edificación indispensables”, dijo la Ssa.
En total, 160 obras en las cuales se invirtió presupuesto en el sexenio anterior no podrán ponerse en funcionamiento, ya que de hacerlo sería un riesgo”