Durante tres horas, la tormenta arrasó con calles, parques industriales y viviendas, dejando un saldo trágico de al menos tres fallecidos.
Reynosa, Tamaulipas, sufrió una tragedia sin precedentes después de que lluvias torrenciales, que se registraron entre la tarde del jueves y la madrugada del viernes, causaran severas inundaciones y el desbordamiento de dos drenes importantes de la ciudad.
Durante tres horas, la tormenta arrasó con calles, parques industriales y viviendas, dejando un saldo trágico de al menos tres muertos.
Las inundaciones alcanzaron hasta un metro de altura en algunas zonas de la ciudad, lo que dejó a miles de personas atrapadas en sus hogares. Muchos se vieron obligados a resguardarse en techos o en pisos superiores ante la imposibilidad de salir a pie. Las filtraciones de agua afectaron hospitales del IMSS y el ISSSTE, obligando a la reubicación de pacientes a áreas seguras. Las avenidas principales y parques industriales quedaron sumergidos, mientras que decenas de vehículos quedaron atrapados bajo el agua.
Ante la magnitud de los daños, brigadistas voluntarios, así como la sociedad civil, se organizaron para ayudar a las víctimas utilizando camiones de carga, tráileres, camionetas y lanchas. Asimismo, se habilitaron albergues en iglesias, escuelas y casinos para albergar a los afectados.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) activó el plan DNIII-E para coordinar los esfuerzos de rescate. A pesar de los esfuerzos, muchas personas aún se encuentran incomunicadas y se han reportado varios desaparecidos.
Problemas en el transporte aéreo y terrestre
El aeropuerto de Reynosa suspendió sus operaciones y los vuelos fueron desviados a Monterrey debido a las condiciones meteorológicas extremas. También se registraron dificultades de acceso a zonas residenciales, y varios estudiantes del Cetis 71 tuvieron que pasar la noche en sus aulas ante la imposibilidad de regresar a sus hogares.
A pesar de la intensa movilización de voluntarios y autoridades, las lluvias continuaron durante la madrugada del viernes, empeorando la situación para aquellos que perdieron su patrimonio.
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