Estado de México.- Luego de una audiencia de cuatro horas y media, un juez de control de la sala número nueve de los juzgados penales de Barrientos, en el municipio de Tlalnepantla de Baz, dictó auto de vinculación a proceso a Manuel “N” por el delito de homicidio en agravio del empresario Iñigo Arenas Sainz. Al señalarlo como coautor del hecho, decretando dos meses para el cierre de investigación complementaria.
En punto de las nueve de la mañana dio inicio la audiencia de prórroga constitucional.
De manera inmediata el Ministerio Público ofreció los datos de prueba que imputaban a Manuel “N”, haciendo énfasis en que fue el propio Manuel quien le siguió dando de beber al hoy occiso, a pesar de que este ya estaba en condiciones no apropiadas porque ya había llegado tomado al bar. Además, señaló que fue Manuel quien le dio el acceso al bar a pesar de que este ya estaba fuera de su horario de operación.
Por su parte, la defensa estuvo a cargo de Carlos López, abogado que también defendió en audiencias pasadas a los demás involucrados en el caso Black Royce.
En su intervención, declinó a los peritos de la Fiscalía que habían sido citados a declarar por la defensa pasada. Negó la participación de su representado ya que, dijo, él solo hacia su trabajo.
Finalmente, el juez halló los elementos necesarios que señalan a Manuel "N" como corresponsable del homicidio, por lo que decidió vincularlo a proceso.
El tiempo para el cierre de investigación fenece el próximo 18 de octubre, plazo que servirá para que la defensa y el Ministerio Público aporten pruebas a favor y en contra del hoy imputado.
Tras concluir la audiencia, el imputado regreso a su celda en el penal de Barrientos y permanecerá ahí hasta que concluya el procedimiento o sea sentenciado.
Caso Iñigo Arenas Saiz
La noche del sábado 5 de agosto el empresario acudió a un establecimiento en la colonia Polanco, en alcaldía Miguel Hidalgo, Ciudad de México, del cual salió durante la madrugada del domingo 6 de agosto.
Luego, fue captado por cámaras de vigilancia tomando un vehículo de transporte público con cromáticas de la Ciudad de México a las 03:00, para arribar minutos más tarde al establecimiento denominado “Black Royce”.
En ese sitio presuntamente convivió con las cuatro mujeres y pidió cuatro botellas de licor, pero casi tres horas más tarde comenzó a sentir malestares y hacia las seis de la mañana perdió la vida.
Los peritos concluyeron que la causa de la muerte del empresario fue “asfixia mecánica por sofocación inducida en su modalidad de oclusión de vías respiratorias por contenido gástrico con presencia de alcohol y de sustancias químicas de naturaleza controlada, que limitaron su conciencia, funciones motoras”.
Tras su muerte, las autoridades realizaron entrevistas en la sede ministerial, además de recabar evidencia dentro del establecimiento, entre goteros y presunta cocaína, que fueron integradas a la carpeta de investigación.