La autopista México-Pachuca es intransitable durante la mañana de este viernes 1 de septiembre. El motivo de esto es una manifestación por parte de transportistas de la línea Mexico-Tizayuca.
Los inconformes han bloqueado la vialidad a la altura de la avenida 30-30, en el municipio de Ecatepec, en el Estado de México. Piden la respuesta de las autoridades y que se lleve a cabo una mesa de negociación para atender sus peticiones.
Los dos sentidos de la vialidad están completamente detenidos, por lo que es imposible para las personas que se trasladan en esta zona el paso. Se prevé que estos problemas de traslado continúen durante varias horas.
Transportistas de la línea Mexico-Tizayuca bloquean la autopista México-Pachuca a la altura de la 30-30 en la zona de @Ecatepec , piden el alto a las extorsiones después de que hace dos días incendiaran unas de sus unidades y lesionaran al chofer, la vialidad está desquiciada pic.twitter.com/ii5mfDJe0R
— Israel Lorenzana (@israellorenzana) September 1, 2023
Llevan cuatro horas en el tráfico
Algunos de las personas que se trasladan por este punto indicaron que esta movilización inició a las 4:00 horas de este viernes, lo cual ha impedido el avance hasta este momento.
Durante cuatro horas se ha permitido que pasen solamente algunos vehículos, pero la mayor parte de la ciudadanía que busca pasar por esta zona ha tenido que detener su marcha por más de cuatro horas.
¿Qué piden los manifestantes?
Los manifestantes amagaron a las autoridades con no moverse de este lugar hasta que haya una solución a sus problemas. De acuerdo con ellos, desde hace varios meses han sido víctimas de extorsiones que han escalado cada vez más en violencia.
Acusan que inclusive han sido intimidados y sujetos a amenazas de muerte por parte de los delincuentes sin que haya habido alguna respuesta favorable por parte de la justicia.
La quema de un autobús fue la gota que derramó el vaso
El pasado 30 de agosto los transportistas llevaron a cabo un paro de labores de 24 horas para exigir que se actuara para garantizar su seguridad. Esto después que el conductor de un autobús fuera bajado de su unidad junto con su pasaje para después derramar gasolina sobre el vehículo y prenderle fuego.
No es la primera vez que los transportistas realizaron el reclamo por mejor vigilancia y la garantía de sus derechos; sin embargo, consideraron que este asunto fue el detonante para buscar organizarse de manera más extensa ante los criminales.
Alternativas viales
Las mejores opciones para las personas que buscan trasladarse entre la Ciudad de México, el Estado de México e Hidalgo, están un poco alejadas, pero servirán para evitar embotellamientos.
Autopista México-Tulancingo.
Arco Norte.
Los transportistas están en riesgo, no sólo en Tizayuca
En los últimos meses también se han dado casos similares en algunos puntos del Estado de México, específicamente en el municipio de Coacalco, donde los conductores han realizado diversas movilizaciones para pedir la intervención de las autoridades.
Pese a que han hecho diversos bloqueos, la solución a la que llegaron fue la de crear grupos de autodefensas, los cuales realizan patrullajes en la zona para detener a los criminales y presentarlos ante las autoridades.
"No se metan con nosotros", fue el mensaje que hizo el grupo ante la predominancia de los criminales en las rutas del municipio. Durante uno de sus recorridos, los transportistas han logrado detener a un presunto extorsionador.
Los conductores aseguran que, aunque han identificado a los infractores y los han señalado ante las autoridades, no ha habido una respuesta adecuada, por lo que seguirán con sus jornadas de vigilancia y detención.
Los criminales les exigen dinero para trabajar
Según la denuncia de los operadores, durante meses los grupos de la delincuencia organizada los han amenazado con hacerle daño a ellos o a sus unidades a menos de que les den dinero en efectivo.
La extorsión es uno de los modelos más utilizados por el crimen organizado para generar ingresos y poder dedicarse a otras actividades delictivas. De acuerdo con el gobierno de México, este delito comenzó a incrementarse en el año 2000 con el uso de la telefonía móvil.
Los delincuentes usaron este tipo de dispositivos para llamar a las víctimas para hacerles creer que estaban en riesgo para así lograr que les realizaran depósitos de dinero.
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