Un activista pro-palestino, con el rostro cubierto y un martillo en mano, dañó severamente la estatua de Netanyahu, previamente rociada con pintura roja simulando sangre.
CDMX.- El Museo de Cera de la Ciudad de México lamentó y condenó el ataque perpetrado el pasado 7 de enero contra la figura de cera del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu.
A través de un comunicado, la institución cultural calificó el acto como una agresión deliberada que puso en riesgo tanto la seguridad de los visitantes como el patrimonio cultural resguardado en el recinto.
El incidente
Según se observa en un video compartido por la cuenta @BTnewsroom, un activista pro-palestino, con el rostro cubierto y un martillo en mano, dañó severamente la estatua de Netanyahu, previamente rociada con pintura roja simulando sangre. El activista finalizó su acto gritando consignas como: “¡Viva Palestina, viva Sudán, viva Yemen, viva Puerto Rico!”.
El museo informó que el ataque ocurrió mientras el recinto estaba abierto al público, lo que generó un momento de tensión entre los presentes.
Postura del museo
En su comunicado, el museo reafirmó su carácter neutral, sin afiliación política, ideológica ni religiosa, y subrayó que su misión es preservar y exhibir figuras representativas de personajes históricos y del entretenimiento con fines educativos y culturales.
“Como institución cultural, condenamos cualquier acto de violencia que ponga en riesgo la seguridad de nuestros visitantes, colaboradores y el patrimonio cultural que resguardamos”, señaló el museo.
Además, agradeció las muestras de apoyo recibidas tras el incidente y se comprometió a seguir ofreciendo un espacio seguro para el aprendizaje y el entretenimiento.
Hasta el momento, no se ha informado sobre la identidad del responsable ni de posibles acciones legales en su contra. La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México podría abrir una investigación para esclarecer los hechos y determinar las sanciones correspondientes.
Este suceso ha generado opiniones divididas en redes sociales, donde algunos usuarios han respaldado la acción como un acto de protesta, mientras que otros han condenado el ataque por considerarlo una forma de vandalismo que afecta el patrimonio cultural.