Mientras en el Centro Penitenciario y de Reinserción Social (CPRS) de Cuautitlán, fueron confirmados cinco casos de Covid-19 y otros 19 son considerados como sospechosos, en los penales de Barrientos y Chiconautla se detectó un brote de hepatitis.
De acuerdo con un informe del gobierno del Estado de México, citado por el periodista Humberto Padgett en el noticiero Por la mañana, un custodio habría contagiado a por lo menos cuatro reos, quienes fueron trasladados a un módulo de confinamiento del penal Neza-Bordo.
En tanto, en los penales de Barrientos, en Tlalnepantla, y de Chiconautla, en Ecatepec, hay entre seis y siete reos con hepatitis, enfermedad provocada por las deficiencias de higiene, denunciadas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
“Hay como 20 personas en una celda, que es como del tamaño de un coche, hay gente adulta, gente enferma ahí, unos con hepatitis, otros con sarampión”, contó la esposa de un reo a Humberto Padgett.
Aunque los reos de estos penales aseguran que también hay casos de sarampión, las autoridades lo niegan, mientras tanto los familiares pagan entre 50 y 300 pesos para que los presos sean vacunados.
La mujer señaló que no hay medidas de salubridad en el penal de Chiconautla, pese a la contigencia de Covid-19.
“No he visto a nadie con cubrebocas, no he visto a custodios que nos regalen gel antibacterial o algo así nada, nada de eso”, dijo y añadió que le negaron atención médica a un reo con síntomas de Covid-19.
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