Largas filas ya se registran en las estaciones de gasolina de Chilpancingo, la capital del estado de Guerrero. Se reporta desabasto de combustible en este municipio, que está a varios kilómetros de Acapulco, la zona afectada por el huracán Otis.
Los medios locales informan que ya no hay gasolina en el Puerto de Acapulco, y que la mayoría de los comercios en cerraron, debido a los saqueos registrados en los últimos días.
No hay gasolina en Acapulco, y al parecer, está por agotarse en la ciudad de Chilpancingo.
Filas de autos muy largas se pueden observar en las gasolineras de Chilpancingo. Algunos automovilistas, son personas que se dirigen a Acapulco a buscar a sus familiares y llevar algunos víveres.
Además de que comienza el desabasto de gasolina, las carreteras no están totalmente liberadas, y sigue siendo difícil llegar a la zona cero del desastre.
¿Qué pasó con el huracán Otis en Acapulco?
La ciudad de Acapulco, hogar de aproximadamente 850,000 habitantes y un destino turístico icónico que recibe alrededor de 4.5 millones de visitantes al año, se encuentra sumida en la devastación después del paso del huracán Otis.
Este fenómeno meteorológico ha dejado graves afectaciones en la zona, afectando al 95% de los hoteles en la ciudad, según estimaciones de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles (AMHM).
El huracán Otis, que sorprendentemente pasó de ser una tormenta tropical a un huracán de categoría 5 en muy pocas horas, causó una destrucción generalizada en Acapulco.
Otis es considerado el huracán más potente en tocar tierra en la costa del Pacífico mexicano, de acuerdo con los meteorólogos.
Sus vientos alcanzaron velocidades de hasta 270 kilómetros por hora (km/h), superando el récord anterior establecido por el huracán Patricia en octubre de 2015, que registró vientos de 240 km/h en la costa occidental de México después de alcanzar 305 km/h en mar abierto.
La rápida intensificación de Otis se atribuye en parte a las altas temperaturas de la superficie marina, que alcanzaron hasta 30 grados Celsius, impulsadas por el fenómeno de El Niño.
Calles inundadas, techos y estructuras de edificios dañados, vehículos sumergidos y sistemas de comunicación interrumpidos son parte de las consecuencias visibles de la embestida del ciclón.
El Gobierno de México ha anunciado que cuenta con financiamiento y activará dos fondos por un total de unos 700 millones de dólares para hacer frente a los daños causados por Otis. Estos fondos serán fundamentales para la reconstrucción de la ciudad y la recuperación de su economía, que depende en gran medida del turismo.
Uno de los desafíos inmediatos que enfrenta la población es la falta de suministro de gasolina. Aunque el Gobierno ha enviado un barco con gasolina para atender la demanda, la falta de electricidad en muchas estaciones de servicio dificulta el abastecimiento de combustible.
Para ayudar a la población afectada, dos buques se dirigen a Acapulco cargados con plantas purificadoras de agua y generadores eléctricos, lo que contribuirá a aliviar la crisis de suministro de agua potable y electricidad que enfrenta la ciudad.