Iguala, Guerrero.- Una resolución jurídica no debe resolverse por lo dicho por un “delincuente”, que se escuda en la figura de testigo colaborador, afirmó el exfiscal de Guerrero, Iñaki Blanco, al denostar el nuevo testimonio de “Juan N”, que asegura que además de sicarios de Guerreros Unidos, policías y elementos del Ejército habrían recibido la orden de ejecutar a los 43 normalistas de Ayotzinapa, en la terrible “Noche de Iguala”.
“Es un delincuente. Es un testimonio de un sujeto perspicaz, vil y cobarde, que se esconce bajo un nombre y una figura de supuesto testigo colaborador, cuando sabemos perfectamente que participó activamente en la desaparición de los normalistas”, expresó.
Así como en múltiples homicidios y secuestros, por lo que debiera ser “nulatorio” el reconocerlo como tal, por ley.
Recalcó que, si a la fecha Juan “N” está libre, no es por ser inocente, sino por supuestas violaciones al debido proceso.
En entrevista con Pascal Beltrán del Río, para Imagen Multicast, el exfiscal en la administración del gobernador Ángel Aguirre, señaló que, en las declaraciones del testigo colaborador “se han detectado una serie de contradicciones e inconsistencias. Unas 15 o 20, algunas más relevantes que otras”.
Señaló que Juan “N”, es fácil de identificar, se trata de Gildardo López Astudillo, un sujeto que participó activamente en la privación ilegal de los normalistas y en su posterior desaparición.
“No hay que olvidar que se tienen los denominados chats de Chicago; las intervenciones telefónicas de la DEA, donde se escucha una serie de instrucciones que le dan los hermanos Salgado Casarrubias, para que realice plantones y bloqueos carreteros, en contra de la Fiscalía, cuando nosotros nos dimos a la tarea de consigna a más de 20 elementos de la Policía Municipal”.
El que se dé a conocer en estos momentos los supuestos testimonio de Juan “N” sería un intento más de romper con la línea de la llamada “verdad histórica”, emitida por el entonces procurador general de la República, Jesús Murillo Karam.
Aunque, se mantiene “la misma participación de carácter de autores materiales e intelectuales de Guerreros Unidos. Eso no ha cambiado”, pero, recalcó, “lo que se busca es involucrar a otras autoridades, ir más allá de la participación de elementos de la policía municipal
“Se alude a exservidores públicos de la Policía Federal, del Ejército Mexicano; de la Fiscalía y de la Secretaría de Seguridad Pública del estado, e incluso, aun cuando a la fecha ya no lo refiere, en su oportunidad involucró al hoy secretario de Seguridad Ciudadana de la capital del país, Omar García Harfuch, quien supuestamente recibía pagos de los Guerreros Unidos”, señaló Iñaki Blanco.
Aseguró que en la investigación por el caso Ayotzinapa existen una serie de inconsistencias, como el aseverar que la intromisión de los normalistas en iguala fue fortuita; a la fecha no existen evidencias de que los estudiantes fueron infiltrados por delincuentes, destacando que la fiscalía ignora o se desconoce el caso.
“Miente en lo relativo a la ejecución de dirigentes. El hallazgo de las fosas de Pueblo Viejo se dio a partir del testimonio de cuatro integrantes de Guerreros Unidos a los cuales se les decomisaron equipos de telefonía, en los que se hallaron imágenes de sus crímenes”.
El ex fiscal de Guerrero concluyó que hay inconsistencias en el hallazgo de restos en el vertedero de Cocula y en el Río San Juan, donde “se ignora la línea de tiempo y cronología de los hechos. Para entonces, la investigación estaba en manos de la PGR”, indicó.
“Se debe tener presente que los restos de referencia fueron expuestos a un fuego no controlado, como es el mismo que de un horno crematorio. Los restos presentaron distintos niveles de degradación o afectación; ahumamiento, calcinación y carbonización. Eso está debidamente dictaminado”, recalcó.