San José del Rincón, Edomex.- La tarde de ayer fueron sepultados en el panteón de la comunidad de San Antonio Pueblo Nuevo, donde la mayoría de sus habitantes pertenecen a la etnia Mazahua, los restos de los niños Yahir y Héctor, quienes tras estar desaparecidos cuatro días, sus cuerpos cercenados fueron hallados mientras eran transportados en un "diablito" en calles del Centro Histórico de la Ciudad de México.
Desde ayer los cuerpos de los menores fueron trasladados a este lugar, de dónde son originarios, para que fueran velados por familiares y amigos, que aún no logran concebir la saña que sus agresores usaron para quitarles la vida.
San Antonio Pueblo Nuevo es una ranchería pobre, como la mayoría de esta zona al norte del Estado de México, donde sus habitantes siembran maíz, papa o crían borregos y chivos para poder sobrevivir.
Sin embargo, desde hace muchos años la gente, en su gran mayoría de origen Mazahua, ha optado por migrar a la Ciudad de México para sostener a sus familias y enfrentar la pobreza que padecen por generaciones.
Yahir y Héctor, de 12 y 14 años de edad, respectivamente, quienes presuntamente fueron víctimas de un presunto grupo criminal asentado en el barrio de Tepito, migraron con sus padres desde muy pequeños a la Ciudad de México, donde al parecer su principal sostén era la venta de recuerdos durante eventos musicales.
Vecinos de San Antonio Pueblo Nuevo afirman que los desafortunados menores son parte de una numerosa familia, y que en muy pocas ocasiones los veían, ya que sólo regresaban al pueblo cuando había celebraciones.
Los velorios se realizaron en dos casas de la zona alta de Pueblo Nuevo, donde un par de lonas brindaban un poco de sombra a los asistentes, quienes aseguran que nunca un habitante de esta comunidad se les había matado con tanta saña.